Doble recesión

Doble recesión

Doble recesión

Andrés Vanderhorts hijo

Una economía en recesión puede compararse a un atleta que sufre una lesión, pues mientras mas dura su recuperación mas tiempo dura su terapia.

Uso esta analogía a propósito de lo que pasa en la economía mundial, y particularmente en la dominicana, la cual ha sufrido una lesión muy fuerte, digamos que ambas piernas se rompieron al mismo tiempo y la fractura afecta también a varios huesos; está confinada a una cama pero para recuperarse tendrá que -tras la terapia, empezar a moverse poco a poco y caminar.

En términos de salud, si tomamos como referencia la estadística que ofrecen los informes diarios de Salud Pública, hoy estamos en la meseta de contagios pues finalmente la cantidad de recuperados superan por mucho a los fallecidos.

El país, con sus excepciones, podemos afirmar que ha tomado conciencia de que una nueva forma de interacción se impone y vemos como se adapta al uso de mascarillas, a guardar distancias, a limitar sus salidas, a las medidas de higiene y limpieza regulares.

Diariamente salen a sus trabajos aquellos que operan en los sectores esenciales y que reciben a un público a veces masivo, con medidas de prevención, sin que a la fecha se reporten contagios provenientes de esos intercambios.

Es justo reconocer que la terapia va funcionando. A menos de dos meses de detectar el primer caso, no se ha producido una crisis sanitaria de las proporciones de Italia, España o los Estados Unidos.

Hay disponibilidad de camas, ventiladores y hospitales.
Tal y como afirmó el presidente Medina, se ha manejado bien la crisis y no hay motivos parar prever que dentro de dos meses estaremos peor, por el contrario, puede ser el momento oportuno para pararnos de la cama y dar los primeros pasos.

Por eso resulta no menos que sorprendente que se esté discutiendo como certeza que no estaremos en condiciones de celebrar elecciones el 5 de julio y ya se anticipe la permanencia en cama como medicina, sin detenernos a analizar sus efectos secundarios.
Como no soy médico, y lamento no serlo, dejo hasta aquí la analogía y paso a analizar el remedio sugerido desde lo que conozco bien: como se compite en el mundo y se estimula el crecimiento económico.

La consideración de una nueva posposición del calendario electoral, esta vez con efecto directo en la forma de gobierno interina, únicamente como un asunto jurídico, centrado en el debate de opciones viables o no según la Constitución, es desconocer que ha sido la estabilidad política de nuestra imperfecta democracia, la que sostiene la confianza de los inversores nacionales y extranjeros, y nos ha permitido un crecimiento económico sostenido.

*Por Andrés Vanderhorts hijo



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