Cuando de pareja se trata, una disfunción sexual afecta a ambos miembros, de ahí la importancia de comunicarse de manera franca y sincera para solucionarla ambos.
Las disfunciones pueden manifestarse al principio de la vida sexual de la persona o desarrollarse a lo largo de ella, también pueden aparecer poco a poco o súbitamente.
Con frecuencia, las informaciones que llegan en torno al desarrollo de la sexualidad y a la intimidad sexual, son distorsionadas, presentando ideales de conducta sexual que no están acorde con la realidad.
Por una parte los mensajes religiosos, y en muchos casos los que vienen del seno familiar, son incompletosy restrictivos, en la mayoría de los casos por falta de información acerca del tema de la sexualidad, que hace que los padres no se comuniquen con claridad y sinceridad con los hijos/as, además de los mitos y tabúes acerca del tema.
Clarifico, que respeto estas instituciones religiosas y a la familia, mas mi deber como profesional en el área de la sexualidad me obliga a hacer estos comentarios.
Por otra parte, la pornografía, que presenta unos modelos sexuales divorciados totalmente de la realidad, en los que se presenta una fuente inagotable de energía sexual que frustra sobre todo a los hombres y una promiscuidad inaceptable.
Todo lo expuesto puede provocar la aparición de disfunciones sexuales y que las personas que las padecen se sientan anormales y decidan no comunicarlas, lo que afecta grandemente no solo su vida sexual, también su vida cotidiana.