Santiago.-Los directores de las escuelas de música típica que convergen en el país, condenan el recurso de la vulgaridad en el merengue típico, que vienen realizando algunos exponentes de la nueva generación y otros con más tiempo en el género, al tiempo de que incrementarán la formación sobre la identidad del ritmo entre sus estudiantes, que representan el relevo generacional.
Las letras con lenguaje que atenta contra los valores y la decencia y sobre todo a la identidad de un ritmo que está dirigido a la familia, son parte de los argumentos de los directores de las Escuela de Música Ñico Lora, Escuela de Música Perico Ripiao Martínez, Escuela de Músico Mariano Hernández y Escuela de Música Asomutido, entre otras.
Los críticos
Para los también músicos y cantantes Lupe Valerio, Ramón Martínez y Mariano Hernández el Potro, así también, Wilfredo Familia, quien además preside la Asociación Dominicana de Músicos Típicos, coinciden en que la vulgaridad le hace daño al ritmo, identidad musical de los dominicanos y declarado patrimonio de la humanidad en el año 2016 por la Unesco.
“Nosotros tratamos el tema de los merengues y la identidad del género, no sólo con nuestros estudiantes, sino con todo, otros públicos como en colegios y centros educativos, también en universidades”, indicó el acordeonista Ramón Martínez de la Escuela Perico Ripiao de la ciudad de Santo Domingo y que dirige junto a su hija la merenguera la Doncella del Acordeón.
Añade que lo que se está viviendo en este momento con el merengue es un reflejo de cómo está la sociedad; “los políticos están ocupando el cargo y no hacen el trabajo. Antes la Comisión de Espectáculos controlaba eso cuando se difundían por la radio. Si las redes tuvieran sanciones, sería otra la realidad”.
“El doble sentido sano siempre ha existido, pero la vulgaridad no se puede dejar pasar. Eso pasó con la bachata y ese recurso la estaba tumbando. Eso sucede porque no se controlan las redes y a la gente sólo le importa el dinero. El buen merengue siempre se mantendrá”, afirmó el músico, autor de libro y profesor de acordeón.
En tanto Lupe Valerio legendario músico acordeonista, compositor y director de la Escuela Ñico Lora en la ciudad de Santiago, entiende que lo que está pasando en la actualidad obedece a dos o tres exponentes y no a la generalidad.
“Yo respeto al que hace esa música vulgar, pero considero que le hace daño al artista y al género.
Ni yo, ni mi hija Rubalí hacemos ese tipo de merengue. La jocosidad y la picardía se ha utilizado en el merengue; pero tan directo no”, expresó el llamado Hombre Acordeón.
Mejor formación
Con relación a sus alumnos les reforzará la formación para evitar que incurran en esa práctica.
Para los maestros de la música típica, el hecho de los temas grabados por exponentes- en su mayoría mujeres- son picantes y lo han tomado como una moda; al tiempo de lamentar que la vulgaridad atente contra la identidad del merengue; “la gente de clase alta puede rechazar que ha logrado posicionarse por el trabajo de calidad de muchos artistas en sus distintas generaciones”.
Gremio
— Consejo
La Asociación Dominicana de Músicos Típicos respeta el libre albedrío de sus miembros; pero les recuerda que la música es para toda la familia y se puede conseguir una pegada momentánea pero al final tendrán una caída.
*Por Fior D`Aliza Taveras