No hay un periodo de vida más importante parta un ser humano que ese al que se ha llamado juventud. Un tiempo precioso donde se fraguan los mejores sueños y se inicia un periodo importante de los estudios y que culmina con una profesión técnica o universitaria.
Tanto los estudios como la misma profesión son las vías idóneas para emprender el camino de la inserción en el mercado laboral y apostar por un mejor futuro de manera individual y formando parte de la colectividad.
La tradición de celebrar el 31 de enero de cada año el Día Nacional de la Juventud tiene como centro a san Juan Bosco, a quien se considera Padre y Maestro de la Juventud.
El legado como sacerdote, educador y escritor del italiano trasciende los tiempos y todavía hoy están vigentes los aportes que hizo para el mejoramiento de los valores, el tesón y la educación de los jóvenes, muchos viviendo a espaldas de la sociedad convulsa de una Italia del siglo diecinueve.
En vida Don Bosco, como se le conoce mundialmente, estableció una red de organizaciones y centros para que cuando se produjera su desaparición continuaran su trabajo en beneficio y apoyo de este vital segmento de la sociedad.
En República Dominicana hay centros muy valiosos que apoyan hoy las iniciativas de san Juan Bosco. Felicidades a todos los jóvenes dominicanos que día a día se labran un mejor futuro en el país.