Devoción por la Altagracia y su vinculo con la dominicanidad

Devoción por la Altagracia y su vinculo con la dominicanidad

Devoción por la Altagracia y su vinculo con la dominicanidad

Vista parcial de la multitud que colmó el Centro Olímpico a donde se llevó el lienzo original de la imagen de la Virgen de la Altagracia. FUENTE EXTERNA

Santo Domingo.-La advocación de la Virgen de la Altagracia, con la multitudinaria participación en actividad oficial de cierre de la celebración del Centenario de su Coronación Canónica, ha vuelto a demostrar que es la más arraigada en la cultura popular-religiosa de la República Dominicana, que tiene su origen histórico con su estrecho vínculo con la necesidad de afianzar la identidad nacional,

Los católicos dominicanos dieron una poderosa demostración de devoción a la advocación de la Virgen de la Altagracia al congregar más de 60 mil personas en el Estadio Olímpico “Félix Sánchez”, que adquiere más fortaleza si se toma en consideración que fue realizada un lunes, día laborable, en horas de la mañana.

La feligresía llenó los espacios de las gradas disponibles para este tipo de evento y los del terreno.

La cantidad de personas congregadas solo es comparable con los conciertos nocturnos de fines de semana celebrados por los artistas Juan Luis Guerra y Romeo, lo que pone de manifiesto la atracción de la devoción de los dominicanos por la citada advocación mariana.

Desde la sociología
La historia en el territorio dominicano tiene muchos vínculos con el forjar la identidad nacional desde la sociología. Por ejemplo, la tradición ubica el inicio de la devoción en los principios del siglo XVI en la región Higüey por los hermanos Trejo, quienes habrían construido una capilla en su honor.

Fue precisamente esa advocación que invocaban los hateros del Este cuando se sumaron a la gesta independentista que dio como resultado la creación de la República Dominicana tras lograr vencer la dominación haitiana que había impuesto la unificación de los dos pueblos desde 1822.

Es notable la coincidencia de los colores de la imagen de la Virgen de la Altagracia, que ha estado establecida en Higüey desde la época de la Colonia con los que usaron los trinitarios para la bandera nacional.

Los católicos conmemoraron el lunes el centenario de la coronación canónica de la Virgen de la Altagracia la cual fue producto de una disposición del papa Benedicto XV, pero que fue ejecutada por el papa Pío XI, quien asumió el pontificado en mayo de 1922 y quien ratificó la disposición papal precedente.

El acto se produjo en plena ocupación militar norteamericana del territorio dominicano, por lo que el acto de coronación producido el 15 de agosto de 1922 se constituyó en una multitudinaria ratificación del sentimiento de dominicanidad.

En esa oportunidad la imagen de la Virgen de la Altagracia también se movió hacia Santo Domingo, en la Puerta del Conde, lo cual no había vuelto a ocurrir hasta el domingo pasado, cuando volvió a ser sacada de Higüey para el lunes volverla a presentar en la misma Puerta del Conde, en el parque Independencia, donde reposan los restos mortales de los Padres de la Patria.

La celebración
Los católicos dominicanos celebraron ese aniversario con una gran cantidad de actos que se iniciaron en agosto del 2021 y culminaron este lunes con una multitudinaria misa en el Centro Olímpico Félix Sánchez, la cual fue presidida por el enviado especial del papa, el arzobispo Edgar Peña Parra.

El enviado pontificio centró su homilía para hablar de la trascendencia de preservar la familia, defender la vida contra el aborto y la importancia de la juventud para la construcción del futuro.

Manifestó que el cuadro de la Virgen es también una defensa al valor de la familia como institución y de los lazos familiares que han sido duramente denigrados y marginados en estos tiempos.

Sin embargo, destacó que la familia seguirá siendo para siempre el punto de referencia más firme para el valor insustituible de la comunidad humana.

Dijo que los jóvenes son el futuro del país y la humanidad, por lo que pidió a la Virgen de la Altagracia que los bendiga y los fortalezca en la fe.

La Eucaristía inició pasadas las 11:00 de la mañana y contó con la participación de obispos de todas las diócesis del país, así como también obispos de Cuba, Haití y Puerto Rico.

La vicepreprenta Raquel Peña encabezó a las autoridades presentes en la actividad mariana. Además de Raquel Peña, estaban presentes en la actividad religiosa el presidente del Senado, Eduardo Estrella; el presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco; el expresidente de la Junta Central Electoral (JCE), Julio César Castaños Guzmán, entre otros.

La imagen de la Virgen fue entronizada en el Estadio Olímpico Félix Sánchez a las 11:30 de la mañana y fue recibida por los feligreses con salves, flores, cánticos.

Antes de llegar al Estadio la Virgen permaneció en la Ciudad Colonial, donde le fue realizada una solemne vigilia y recibió honores del presidente Luis Abinader y otras autoridades religiosas y gubernamentales.

Los fieles permanecen en constante oración y cultos en veneración a la Virgen protectora de los dominicanos, en el día que además celebramos la Solemnidad de la Asunción de la Virgen María al cielo.

—1—Pontificia
Cuando la coronación de la imagen se produce por una disposición del Papa, lo cual le da un alcance universal a la colocación de la corona sobre la imagen en cuestión.
—2— Diocesana
concedida por un obispo de diócesis y su alcance se limita a esa diócesis, aunque la imagen con la corona puede ser asumido por otras.

¿Qué es una coronación canónica?
Loremas Es un rito que tiene su origen en el siglo XVI consistente en agregarle una corona a una imagen de la Virgen María, enfatizar la exaltación de la advocación en cuestión.

Lo que inicialmente era una tradición popular fue incorporada a la liturgia romana a partir del siglo XIX cuando el Sumo Pontífice puede conceder la coronación canónica de una imagen de la madre de Jesucristo.

La de la virgen de la Altagracia se produjo el 15 de agosto de 1922, lo que en ese momento fue interpretado como un respaldo del Vaticano al restablecimiento de la soberanía de República Dominicana, que en ese momento estaba invadida por tropas militares de los Estados Unidos desde hacía 6 años.



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