Despídete de las várices con solo 30 minutos diarios de movimiento

Unos 30 minutos al día de natación, bicicleta o caminar ayudan a prevenir las varices. Nuevo post de los expertos del blog “Salud y prevención”.
Prevenir las varices va mucho más allá de una cuestión estética: es una verdadera inversión en calidad de vida.
Las piernas cansadas, la hinchazón, los calambres o la pesadez al final del día no son molestias inevitables. En la mayoría de los casos, son signos de un trastorno venoso que puede prevenirse, o mejorar considerablemente, con hábitos sencillos.
Lea también: Más mujeres beben alcohol: causas, riesgos y cómo frenarlo
Laa doctora Karla Moncayo, especialista en Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Quirónsalud Miguel Domínguez de Pontevedra, explica: “Las varices forman parte de una patología progresiva que, si no se controla, puede derivar en complicaciones importantes. La buena noticia es que su prevención está al alcance de pequeños gestos diarios. Prevenir las varices es, en definitiva, una forma de vivir mejor.”
Cuando las válvulas fallan
Las varices se producen cuando las válvulas de las venas, encargadas de impulsar la sangre de regreso al corazón, dejan de funcionar correctamente. La sangre se acumula entonces en las piernas, dilatando las venas y debilitando su pared.
El resultado son síntomas como pesadez, hinchazón, venas visibles e incluso, en fases avanzadas, úlceras o trombosis.
En nuestro día a día, múltiples factores favorecen este deterioro: la vida sedentaria, los trabajos prolongados sentados o de pie, el uso de calzado inadecuado o los largos desplazamientos sin movimiento. Además, otros factores como el sobrepeso, el estreñimiento, los cambios hormonales, el embarazo o la genética aumentan el riesgo.
“La prevención debe comenzar antes de que aparezcan los primeros signos visibles”, recalca la doctora Moncayo. “Incorporar actividad física de forma constante es una de las medidas más eficaces para proteger nuestra salud venosa”, afirma.

Moverse: el mejor tratamiento preventivo
Actividades como caminar a paso ligero, nadar o montar en bicicleta, practicadas al menos 30 minutos al día, favorecen de manera directa el retorno venoso. Estos ejercicios activan la conocida “bomba muscular de la pantorrilla”, el movimiento que impulsa la sangre hacia arriba, aliviando la carga de las venas.
El ejercicio regular no solo previene la aparición de varices, sino que también mejora la salud cardiovascular, ayuda a controlar el peso y contribuye al bienestar emocional.
Pequeños gestos, grandes beneficios
La prevención de las varices no requiere cambios radicales. Pequeñas modificaciones en la rutina pueden marcar la diferencia: evitar cruzar las piernas al sentarse, levantarse y caminar unos minutos cada hora, elegir las escaleras en lugar del ascensor, elevar las piernas unos minutos al final del día, dormir con las piernas ligeramente elevadas.
La elección del calzado también es fundamental. “Los tacones altos alteran la mecánica de la marcha, pero los zapatos completamente planos tampoco son ideales”, aconseja la doctora Moncayo. “La mejor opción es un calzado cómodo, con una ligera elevación del talón y buena sujeción.”
La alimentación, por su parte, cumple un papel clave. Una dieta rica en fibra, baja en sal y en ultraprocesados, junto con una correcta hidratación, ayuda a evitar el estreñimiento y a mantener un peso saludable, protegiendo así la salud venosa.
En casos específicos, como el embarazo, antecedentes familiares o trabajos prolongados de pie, el uso de medias de compresión, siempre bajo indicación médica, puede ser una herramienta muy eficaz.
Más que una molestia estética
Las varices no deben minimizarse como un problema menor. Su evolución puede derivar en complicaciones como la insuficiencia venosa crónica, la flebitis o la trombosis venosa profunda.
“Ante signos como pesadez, hinchazón, picor, calambres nocturnos o venas visibles, es fundamental consultar con un especialista. Ya que, existen soluciones personalizadas, tanto médicas como quirúrgicas que permiten frenar la progresión de la enfermedad y mejorar la calidad de vida”, destaca la Dra. Moncayo.
Una inversión en bienestar
“La prevención no requiere grandes esfuerzos, sino pequeñas decisiones sostenidas en el tiempo”, concluye.
Y esas decisiones tienen un impacto enorme: no solo en la salud de nuestras venas, sino en nuestro bienestar global. Prevenir las varices es prevenir el dolor, la fatiga y las limitaciones.
Es, en definitiva, apostar por una vida más activa, saludable y plena.
Etiquetas
EFE
EFE es la primera agencia de noticias en español y distribuye 3 millones de noticias al año en texto, fotografía, video, audio y multimedia.
Artículos Relacionados