Por: Ramón Mercedes
Nueva Jersey.- Agentes federales de la Administración de Control de Drogas en Nueva York ,Newark, los departamentos de policía de Passaic y Paterson, así como la oficina del alguacil de esos condados, desmantelaron el pasado fin de semana una poderosa banda de narcotraficantes dominicanos que operaba en la zona, cuyos integrantes fueron detenidos.
Las autoridades de la DEA incautaron 18 kilos de heroína y 20 de cocaína, valorados en más de dos millones de dólares, considerado el mayor golpe al narcotráfico en toda la historia de esa ciudad.
La banda de narcotraficantes criollos fue identificada por las autoridades como “Los Moyas”, y como cabecilla señalan a Euclides Moya, de 41 años, cuya familia es propietaria de varias tiendas de licores en Paterson.
Los otros apresados son Miguel Tovar, de 32 años, Aneudy Mena, de 3, y Doni Polino, de 33, según reporta el periódico anglosajón North Jersey, uno de los de mayor circulación en el estado Jardín.
Residentes de Paterson manifestaron que “Los Moyas” hacían en las calles de la ciudad ostentación de opulencia, exhibiendo lujosos carros, mostrando finas prendas, entre otras cosas, y lo grande del caso, que daban a entender que sus bienes eran el fruto de las ventas en las diversas tiendas de licores que poseen.
El director de la Policía de Paterson, Jerry Speziale, dijo que el cargamento de estupefaciente estaba siendo almacenado en un camión con remolque y dos vehículos en una zona industrial en la Segunda Avenida, y fueron incautadas antes de ser enviadas a las fábricas de procesamiento, donde se proponían envasarlas para la venta callejera.
La incautación fue alabada por funcionarios y activistas locales, quienes dijeron se necesitaría mucho más trabajo para hacer un impacto duradero en Paterson, porque han experimentado una aceleración del tráfico de heroína en los últimos años, y convertido la ciudad en el centro de la epidemia de la heroína de la región, dijo la Fiscal del Condado de Passaic, Camelia M. Valdés.
«Ahora vamos a tener un momento de paz y tranquilidad en nuestra ciudad», sostuvo el reverendo James Staton.