Depreciación y Balanza Comercial

Depreciación y Balanza Comercial

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Según la teórica económica, en algunas situaciones, un déficit en la balanza comercial no es necesariamente un problema, ya que permite que muchos consumidores de un país se beneficien con productos importados menos costosos que los productos nacionales. Sin embargo, la compra de bienes importados implica tener una menor dependencia de la producción nacional a favor de la producción extranjera.

 

Por lo tanto, tal vez exista el argumento de que un déficit mayor en la balanza de comercial provoca el traslado de empleos a algunos países. Por consecuencia, las autoridades gubernamentales de un país pueden tratar de corregir el déficit en la balanza comercial.

 

Siguiendo con esta argumentación, al reconsiderar algunos factores que afectan la balanza comercial, es posible desarrollar algunos métodos comunes para corregir este déficit. Por ejemplo, cualquier política que aumente las exportaciones de los bienes y servicios de un país es evidente que mejorará la posición de su balanza comercial.

 

De manera, que la demanda extranjera podría incrementarse si los precios de las exportaciones se vuelven más atractivos. Esto puede ocurrir cuando la inflación del país es baja o cuando se reduce el valor de su moneda, haciendo así que los precios sean menores desde la perspectiva de otros países.

 

Por otra parte, un tipo de cambio flexible podría corregir cualquier desequilibrio en el comercio internacional de la siguiente manera: un déficit en la balanza comercial de un país sugiere que éste utiliza  más fondos en productos extranjeros de los que recibe de sus exportaciones a otros países.

 

Como vende su moneda (para comprar bienes extranjeros) en mayor volumen que la demanda de esta en el extranjero, el valor de la moneda se reduce. Esta reducción del valor debe fomentar una mayor demanda de sus bienes en el futuro.

 

Sin embargo, aunque esta teoría parece razonable, no siempre funciona como debería. Es posible que, en lugar de ello, la moneda de un país permanezca estable o aumente de valor aún cuando exista un déficit en  su balanza comercial.

 

Por ejemplo, tradicionalmente los Estados Unidos ha experimentado un alto déficit en su balanza comercial, lo cual ha ejercido una presión hacia abajo sobre el valor del dólar. Obviamente que, los Estados Unidos, por sus características ha tenido una gran inversión en títulos denominados en dólares por parte de inversionistas extranjeros.

 

Esta demanda de dólares en el extranjero, en algunos momentos, ha ejercido presión a la alza sobre su valor, compensando así la presión a la baja provocada por el desequilibrio comercial. Por tanto, un déficit en la balanza comercial no siempre se corrige con un ajuste en la moneda.

 

Aún cuando la moneda de un país se debilite, su déficit en la balanza comercial no necesariamente se corregirá debido a las siguientes: cuando la moneda de un país se debilita, sus precios se vuelven más atractivos para los clientes extranjeros y muchas empresas de otros países reducen sus precios para seguir siendo competitivas.

 

Esta reflexión teórica viene a colación debido a que grupos empresariales dominicanos vinculados a los sectores exportadores plantean una depreciación de la moneda como forma de estimular las exportaciones nacionales y de esa forma corregir el déficit estructural en la balanza comercial dominicana. Sin embargo, como ya se ha explicado, no siempre una depreciación de la moneda es la solución para corregir el déficit de la balanza comercial.

 

El sector exportador dominicano debe tener una visión de largo plazo y pensar que el éxito en el incremento de las exportaciones dominicanas está en profundizar los enfoques de competitividad sistémica, en mejorar la infraestructura de apoyo, en disminuir los costos energéticos y mejorar el contexto institucional, de lo contrario las exportaciones de bienes seguirán estancadas.

 



El Día

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