La Ventana de Lily

Del fulgor de la victoria a la agonía de la derrota

El éxito, la fama y el triunfo suelen llegar e impactar con sus luces y sus destellos, arropar a lo externo, llegando a idealizar la fuente que lo emite.

La figura llega a convertirse en un personaje y muchas veces a creérselo de forma tal que el ego opaca a su alma y su comportamiento a decisiones desafortunadas.

En esa fama que deslumbra, se llega a un momento de obnubilación en el que no se cuenta la baja, ciclo natural de todas las cosas en la vida, se llega a fantasear con superpoderes y en una falta de humildad en la que se cree es la propia voluntad que logra las cosas. Ahí es que llega muchas veces el momento de la caída, inesperado y con el amargo sabor de lo que antes se sentía amado y hoy es ignorado. Porque el fin más demandado no es más que la atención.

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