Santo Domingo.- Uno de los imputados por el caso “Medusa”, Miguel José de Moya, admitió en el interrogatorio que le practicó el Ministerio Público que se dedicó a realizar labores distintas a las que estaban consignadas en los contratos de servicios con la Procuraduría General de la República y por los que recibió pagos por unos 20 millones de pesos.

El exasesor del exprocurador Jean Alain Rodríguez aseguró que ofreció servicios para estabilizar el clima laboral en la Procuraduría, el cual contenía varios componentes tales como el diseño de un proceso de capacitación y trabajar en el aspecto reputacional.

Sin embargo, el Ministerio Público afirma que los contratos eran para la realización de una serie de cursos y que incluso en el desarrollo de las investigaciones previas le fueron entregados listados con supuestos participantes en dichos cursos.

Pero en el interrogatorio practicado al imputado Miguel José de Moya éste admite que no realizó ningún curso y que las pretenciones del entonces Procurador era montar un show de marketing con el caso Odebrecht.

Aunque afirma que el trabajo buscaba mejorar el clima laboral en la Procuraduría General de la República, en el equipo que dijo utilizó para cumplir con su tarea no mencionó especialistas en recursos humanos, conducta social, sicología o ramas afines.

Admitió que intervino en el caso Odebrecht y que tuvo contactos con varios de los imputados para supuestamente convencerlos de deponer de campañas mediáticas por entender que las mismas afectaban a todas las partes.

Explica en el interrogatorio que eso estaba afectando la parte reputacional del procurador Rodríguez.

El Ministerio Público encartó en el denominado “caso Medusa”, por supuestamente haber cobrado sumas millonarias por servicios que no prestó a la Procuraduría.

Sin embargo, De Moya asegura en los interrogatorios que su participación en el caso Odebrecht buscaba mejorar la reputación del Procurador y a su vez lograr una mejora en el clima laboral de la institución.