Danlí, en Paraíso, Honduras
Danlí recibe el nombre de la ciudad de las colinas y de la cultura, siendo sus principales atractivos sus paisajes, gastronomía y su producción agrícola, así como su gente.
Ubicada en el Departamento de Paraíso, en Honduras, se caracteriza por una geografía matizada por montañas, a unos 1,650 pies sobre el nivel del mar.
A sólo 100 kilómetros de Tegucigalpa, la fundación de esta ciudad data de 1676 y 1678, aunque el nombre de ciudad lo recibió en abril de 1848.
Ciudad agrícola
En la actualidad, Danlí es una ciudad eminentemente agrícola que vive de la producción tabaquera y de maíz, con una población que para el año 2003 era de 134,792 habitantes, en su mayoría gente rural de muy nobles sentimientos.
El casco urbano conserva la estructura original de los pueblos hispanos, el parque central está rodeado de las principales edificaciones, entre ellas la iglesia Inmaculada Concepción, patrona de la ciudad, el Museo Municipal, que anteriormente era el Cabildo de la ciudad, y el club social llamado el Casino.
Conservación
Los ciudadanos danlidense experimentan un creciente interés por restaurar y mantener las construcciones apegadas a la arquitectura colonial, con sus techos de teja y no más altos de dos pisos.
Sus calles angostas cada vez tienen mayor actividad comercial y es un continuo ir y venir de citadinos y turistas locales y extranjeros que disfrutan de sus comidas típicas y los encantos de Danlí.
La vida productiva depende en un 40 por ciento del cultivo de tabaco y la fabricación de puros, los cuales tienen un excelente prestigio en el mercado internacional, y la más importante de las empresas en ese rubro es Camacho Cigar, con sus campos tabaqueros en el valle de Jamastran y la producción industrial próximo al poblado.
Como en todas partes del mundo, su gastronomía también habla de su gente y en Danlí, lo elemental es la tortilla, la que se puede encontrar en el desayuno con las baleadas, o por las tardes con las pupusas, ambas comidas a base de tortilla de maíz, vegetales, huevos y otros elementos ricos al paladar.
Múltiples aerolíneas viajan hasta Tegucigalpa, capital hondureña, y si desde su destino no tuviera vuelos directos puede hacer escala en Costa Rica o Miami, con arribo al aeropuerto Toncontìn, recientemente remozado, donde será recibido por gente muy gentil.
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