Un mujer de California se llevó una gran decepción con la planta que cuidó por dos años. Caelie Wilkes reveló, con un poco de vergüenza, que la suculenta de la que estaba tan orgullosa era una planta de plástico.
El descubrimiento lo hizo cuando fue a transplantarla a una nueva maceta y sintió que no era natural, sino de plástico.