Cuidado y prevención de daños en la piel ante efectos

Cuidado y prevención de daños en la piel ante efectos de altas temperaturas

Cuidado y prevención de daños en la piel ante efectos de altas temperaturas

Con el curso del verano y las altas temperaturas, es fundamental tomar conciencia de los efectos que el calor excesivo puede tener en la piel.

Los rayos del sol pueden tener impacto significativo en la salud, y es crucial adoptar medidas para protegerla adecuadamente.

Jessica López, dermatóloga-tricóloga de los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (Cedimat), advierte que uno de los efectos más notorios de las altas temperaturas en la piel es la deshidratación cutánea.

Cuando las personas se exponen al calor, el cuerpo suda para regular la temperatura interna, lo que puede llevar a la pérdida excesiva de agua a través de la piel.

Asimismo, la médica añade que la falta de hidratación adecuada puede dejar la piel seca, áspera y propensa a la descamación, y para contrarrestar este efecto, aplicar regularmente cremas hidratantes para mantener la piel suave y flexible.

Las altas temperaturas también aumentan la intensidad de los rayos ultravioleta (UV) del sol, lo que incrementa el riesgo de quemaduras solares. Estas pueden causar enrojecimiento, hinchazón, dolor e incluso ampollas en la piel expuesta.

Para evitarlas se recomienda aplicar protector solar con un alto factor de protección (SPF 30 +), y evitar la exposición directa al sol en las horas de mayor intensidad (entre las 10 a. m. y las 4 p. m.).

La dermatóloga refiere que la exposición crónica a altas temperaturas y los rayos UV también pueden contribuir al envejecimiento prematuro de la piel.

Eso se manifiesta en la aparición de arrugas, líneas finas y la pérdida de elasticidad. Por esta razón, es importante proteger la piel del sol y mantener una rutina de cuidado cutáneo adecuada para prevenir el daño. López señala que otro riesgo es desencadenar una sobreproducción de melanina en la piel, lo que resulta en manchas oscuras o hiperpigmentación.

Estas pueden ser difíciles de eliminar, y, en algunos casos, persistir durante mucho tiempo. La médica aconseja que para prevenir esta condición, se debe usar protector solar y evitar la exposición prolongada al sol.

La dermatóloga enfatiza que para proteger la piel durante los días calurosos, es esencial adoptar una serie de medidas preventivas, como: usar protector solar, preferiblemente uno de amplio espectro con un SPF de al menos 30, reaplicándolo cada dos horas o después de nadar o sudar.

Otra recomendación es usar ropa adecuada, vestir prendas ligeras de algodón, que cubran la mayor parte del cuerpo y ayuden a bloquear la radiación solar.

Evitar la exposición directa al sol: buscar sombra durante las horas más intensas de sol y planificar actividades al aire libre en momentos de menor exposición. Beber suficiente agua durante todo el día para mantener la piel hidratada y ayudar al cuerpo a regular la temperatura.

Usar sombreros y gafas de sol: proteger el rostro y los ojos con sombreros de ala ancha y lentes de sol con protección UV. También hacer uso de agua termal para bajar la temperatura de la piel, “esto ayuda especialmente a paciente con rosácea”, indica López. Además de las medidas preventivas mencionadas anteriormente, hay otros cuidados específicos que se pueden incorporar a la rutina de cuidado cutáneo durante épocas calurosas:

Limpieza adecuada
Durante los días calurosos, la piel tiende a acumular más sudor y grasa, lo que puede obstruir los poros y causar problemas como el acné.

Es útil incorporar productos hidratantes más intensos a la rutina de cuidado.

Es importante limpiar suavemente la piel dos veces al día con un limpiador suave y adecuado para el tipo de piel, según cada persona.

Evitar el uso de jabones fuertes, ya que pueden eliminar los aceites naturales de la piel y causar sequedad. La exfoliación ayuda a eliminar las células muertas de la piel y promueve una más suave y radiante. Sin embargo, en épocas calurosas, se recomienda reducir la frecuencia de la exfoliación, ya que la piel puede estar más sensible debido al sol y al calor.

Hidratación intensa
Además de beber suficiente agua, es útil incorporar productos hidratantes más intensos a la rutina de cuidado. Las lociones o cremas que contengan ingredientes como el ácido hialurónico o la glicerina ayudan a mantener la hidratación de la piel y pueden aliviar la sequedad causada por el calor.

En épocas calurosas, es preferible reducir el uso de maquillaje pesado, ya que puede obstruir los poros y causar sudoración excesiva. Si es necesario utilizar maquillaje, optar por productos más ligeros y de larga duración, y asegurarse de retirarlo por completo al final del día.

Sabios consejos

— Protección labial
No se debe olvidar el cuidado de los labios, pueden resecarse y agrietarse debido al sol y la deshidratación. López aconseja usar bálsamos labiales con protección solar para cuidarlos de los daños causados por los rayos UV.

Recomendación
Ante los efectos de las altas temperaturas en la piel, la prevención y el cuidado adecuado son fundamentales. Proteger la piel del sol, mantener una hidratación adecuada y adoptar una rutina de cuidado cutáneo son acciones esenciales para mantener una piel sana y radiante durante el verano.

Recordar que cuidar la piel no solo ayuda a lucir bien, sino también a mantenerla protegida de daños a largo plazo.



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