Es risible, penosa también, la reacción de los más vitriólicos voceros del FUPU ante el acuerdo de los principales políticos para apoyar la investigación de la OEA sobre el sabotaje a las elecciones municipales.
También les irrita el respaldo manifestado por Gonzalo Castillo y Luis Abinader a la celebración de las pospuestas votaciones.
Cualquier político sensato comprometido con el proceso democrático debería estar interesado en defender la transparencia y conocer a ciencia cierta cuántos votos logrará cada candidato. Pero los fatales agoreros, que desde que perdieron las primarias están gritando y exigiendo cada día algo distinto una vez se les complace, evidentemente no desean un clima de paz y tranquilidad para que los votantes ejerzan su derecho a escoger sus autoridades.
Esta gente cree que, bravuconeando en redes, insultando y disparatando, inventando endriagos que resultan ser bichitos, van a conseguir lo que las urnas siempre le han negado. Mala de Leonel, juntarse y depender de políticos que viven de meter miedo pero que nunca han sacado ninguna gata ni a orinar…