
Madrid.– La narcolepsia puede manifestarse desde la infancia, incluso en los primeros años de vida, aunque en la mayoría de los casos no se diagnostica hasta la edad adulta.
Se trata de una enfermedad neurológica infradiagnosticada que, según especialistas, puede afectar significativamente la calidad de vida de los pacientes y sus familias si no se detecta a tiempo.
En España, la prevalencia de la narcolepsia oscila entre 25 y 50 personas por cada 100.000 habitantes, tanto en niños como en adultos. No obstante, se estima que la mitad de los afectados empieza a presentar síntomas durante la niñez.
Una enfermedad de origen autoinmune
La Sociedad Española de Neurología Pediátrica (SENEP) explica que la forma más común de esta patología, la narcolepsia tipo 1, también presente en la infancia, se asocia a un déficit de hipocretina, una sustancia producida en el hipotálamo que regula la vigilia.
Este déficit está provocado por un mecanismo autoinmune.
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Milagros Merino, portavoz de la SENEP y especialista en medicina del sueño, indicó en un comunicado con motivo del Día Mundial de la Narcolepsia, celebrado el 22 de septiembre, que “no se sabe la prevalencia en niños porque en gran parte de los casos no se diagnostica en ese momento, y muchos adultos reconocen que los síntomas empezaron en la edad escolar”.
Un retraso diagnóstico que puede alcanzar una década
Uno de los principales problemas es el retraso en la detección. Según la doctora Merino, el diagnóstico de la narcolepsia suele tardar unos cinco años, aunque en algunos casos los pacientes esperan hasta diez años para obtener una confirmación.
Los especialistas destacan que los síntomas suelen presentar dos picos de aparición: a los 15 y a los 35 años, aunque los primeros signos pueden manifestarse mucho antes, incluso en la primera infancia.
Síntomas en la niñez
Entre los síntomas más característicos en niños, la doctora Merino señala:
- Tendencia a dormir en exceso y aumento de peso.
- Episodios de debilidad al reír, que pueden derivar en gestos extraños, como sacar la lengua o realizar muecas.
- Alteraciones del sueño con múltiples despertares nocturnos.
La especialista advierte: “hay que estar alerta porque un niño que se duerme en clase es un menor que no aprende, y la repercusión es enorme en la infancia”.
Pruebas y tratamientos disponibles
Ante la sospecha de narcolepsia, se recomienda acudir a un pediatra, neurólogo infantil o especialista en medicina del sueño, quienes realizarán una historia clínica detallada y pruebas específicas como polisomnografía, test de latencias múltiples de sueño o, en algunos casos, punción lumbar.
Aunque actualmente no existe cura para la narcolepsia, la doctora Merino subraya que hay tratamientos eficaces que permiten a los niños llevar una vida normal.
Estos incluyen medicamentos para mantener la vigilia y otros que corrigen las alteraciones del sueño nocturno.
Un llamado a la detección temprana
Los expertos coinciden en que la clave está en la detección precoz, ya que identificar los síntomas desde la infancia puede marcar la diferencia en el desarrollo educativo, social y emocional de los niños afectados.