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Crecimiento y estabilidad consolidan a República Dominicana como líder económico en la región

El Día Por El Día
Banco Central
Héctor Valdez Albizu, gobernador del Banco Central.

Santo Domingo.- A solo dos meses de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, la economía global experimenta importantes movimientos financieros impulsados por la apreciación del dólar estadounidense.

Desde septiembre de 2024, la moneda norteamericana se ha fortalecido más de un 7 % frente a las seis principales divisas mundiales, afectando las dinámicas de comercio y las tasas de interés internacionales.

Este fortalecimiento del dólar responde al impacto que han tenido las expectativas generadas por la eventual reelección de Donald Trump y sus propuestas arancelarias, así como a las altas tasas de interés que persisten en Estados Unidos.

Adicionalmente, la resistencia a la baja en la inflación estadounidense, que se ubicó en 3.0 % interanual en enero de 2025 —superando la meta de mediano plazo del 2.0 %—, obliga a la Reserva Federal (FED) a mantener una política monetaria restrictiva, generando mayores desafíos para las economías emergentes.

República Dominicana

En medio de este contexto global complejo, la economía dominicana se consolida como una de las más estables y dinámicas de América Latina. Durante 2024, el país registró un crecimiento económico del 5.0 %, el mayor de la región, y logró mantener la inflación interanual dentro del rango meta de 4.0 % ± 1.0 %, cerrando el año con un 3.35 %.

Además, la inflación subyacente se ubicó justo en el centro de dicho rango, evidenciando la efectividad de la política monetaria del Banco Central.

El mercado laboral también refleja esta solidez económica. La tasa de desempleo cerró en 4.8 %, mientras que el nivel de ocupación alcanzó un máximo histórico con 5.05 millones de personas empleadas.

El sector financiero dominicano mantiene un perfil saludable y bien capitalizado. Según el último Informe de Estabilidad Financiera presentado por el gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, las pruebas de estrés aplicadas a las entidades financieras no revelan riesgos macrofinancieros significativos que comprometan la estabilidad del sistema en el corto plazo.

En el ámbito fiscal, el Gobierno logró reducir la deuda del sector público consolidado al 57.5 % del PIB en 2024, casi un punto porcentual menos que el año anterior.

Aunque el déficit fiscal se ubicó en 3.0 % del PIB, el equilibrio externo se mantiene gracias a la inversión extranjera directa, que cubrió en su totalidad el déficit de cuenta corriente.

Posición regional fortalecida

El crecimiento sostenido ha elevado el tamaño de la economía dominicana, que al cierre de 2024 alcanzó un PIB nominal de USD 124.5 mil millones, ubicándose como la séptima economía más grande de América Latina. En términos de ingreso per cápita, el país también ocupa el séptimo lugar regional con USD 11,500 por habitante.

En un entorno internacional marcado por la volatilidad financiera y la apreciación del dólar, la República Dominicana sigue consolidando su posición como una de las economías más resilientes y atractivas para la inversión en la región, apostando por políticas que garantizan la estabilidad macroeconómica y el crecimiento sostenido.

Crecimiento

La economía de República Dominicana mantiene su liderazgo en América Latina con proyecciones de crecimiento superiores al promedio regional para 2025.

Según estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), la región crecería un 2.5 %, mientras que el país alcanzaría una expansión del 4.5 %, consolidándose como una de las economías más dinámicas de la región en un contexto internacional incierto.

El informe destaca que un factor clave para este desempeño será el impulso de la inversión pública en los próximos meses, lo que podría fortalecer aún más el ritmo de crecimiento económico.

En materia inflacionaria, el Banco Central de República Dominicana (BCRD) prevé que la inflación cierre 2025 en un 3.5 %, acercándose al centro del rango meta establecido y posicionándose como un logro significativo frente a otras economías de la región, como Colombia, Brasil, Chile y México, donde las tasas de inflación se mantienen por encima de los objetivos y han obligado a políticas monetarias más restrictivas.

En el sector externo, se proyecta un déficit de cuenta corriente del 3.0 % del Producto Interno Bruto (PIB) para 2025, que sería cubierto con holgura por los flujos de inversión extranjera directa (IED).

Pese a la depreciación acumulada del 1.8 % del peso dominicano hasta el 20 de febrero, atribuida a factores estacionales como el incremento en la demanda de divisas tras el Black Friday y las festividades de diciembre, se espera que el tipo de cambio mantenga una estabilidad relativa durante el año.

Además, el contexto actual ofrece oportunidades estratégicas para la economía dominicana a través del “nearshoring” y la diversificación de sus exportaciones, factores que podrían atraer más inversión extranjera y fortalecer la estabilidad cambiaria.

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