SANTO DOMINGO.-El coronel de la Policía Ramón Antonio Guzmán Peralta, jefe de seguridad de Luis Abinader, aseguró que las acusaciones en su contra tras la suspensión de las elecciones de febrero, fue una trama con el fin de utilizarlo como chivo expiatorio para responsabilizar al candidato del Partido Revolucionario Moderno (PRM) de lo ocurrido.

Tras haber sido acusado junto a Manuel Antonio Regalado, técnico de la telefónica Claro, el oficial de la Policía manifestó que lleva dos meses temiendo por su vida y por la de su familia.

Durante una entrevista con la periodistas Ediht Febles para su programa «La Cosa Como Es», Guzmán Peralta narró que la madrugada del lunes 17 de febrero, una de sus hijas lo llamó informándole que un contingente policial acompañado de fiscales pretendían realizar un allanamiento en su residencia, a lo que este le contestó que no tenia nada que ocultar y que les permitiera la entrada al inmueble para que ejecutaran la intervención.

Agrega que acto seguido, decidió ponerse en contacto con el director general de la Policía, mayor general Ney Aldrin Bautista Almonte, a quien manifestó lo sucedido, a lo que este le respondió “que no tenía conocimiento y que fuera al Palacio de la Policía, que él estaba allá, para que investigaran”.

Sin embargo, su experiencia dentro de las filas de la Policía lo llevó a dudar que el director de esa institución no tuviese conocimiento, por lo que decidió ocultarse y presentarse al día siguiente ante las autoridades acompañado de sus abogados.

“Allanaron mi casa, donde estaban mis hijas a las tres de la mañana y al llamar al director de la Policía, dijo que desconocía del operativo. ¿Usted cree que van a hacer un allanamiento de esa naturaleza sin que el director de la Policía lo supiera. Yo no tenía idea de lo que estaba pasando, porque no era un allanamiento inusual para que un juez de una orden de allanar una residencia a esa hora”, indicó Guzmán Peralta.

Añadió que solo se comunicó con Abinader para informarle las razones por las que se ausentaría de sus funciones, explicándole lo sucedido en su residencia.

El oficial detalla que en el Palacio de la Policía lo esperaban su director general acompañado de un procurador adjunto, el Inspector del Ministerio Público y del Procurador Fiscal de Santo Domingo Este, Milcíades Guzmán, quienes le comunicaron que seria suspendido y puesto a disposición del Ministerio Público por pesar contra él una orden, consistente en tráfico de armas, terrorismo y lavado de activos.

El coronel aseguró que dicha orden fue obtenida de manera irregular mediante una nota de inteligencia de la uniformada, para lograr que un juez la firmara, cuando según este el objetivo real era involucrarlo en el supuesto sabotaje a las elecciones, responsabilizando a la Procuraduría General de la República de fabricar ese falso expediente en su contra.

“Ellos me utilizaron como chivo expiatorio, para implicar al candidato Luis Abinader y su equipo, ese era el objetivo de ellos”, indicó.

Agregó que durante los interrogatorios, todo giró en relación a “que si él le informó a Abinader directamente lo que estaba haciendo con el técnico, qué tipo de trabajo le estaba haciendo el técnico a ellos, cuánto le habían pagado para realizar ese trabajo, quiénes eran las otras personas que trabajaban con el técnico y que cuáles eran las instrucciones que tenían de Abinader y Pereyra”.

Señaló que durante todo este tiempo nunca fue contactado por los representantes de la Organización de Estados Americanos (OEA) para interrogarlo, asegurando que tras el informe se siente aliviado porque confirma las decisiones que tomó la justicia dominicana a favor de él y que demuestran su inocencia.

Guzmán Peralta precisó que acudirá hoy ante la justicia para iniciar acciones judiciales contra los funcionarios responsables de su encierro.

“Me trataron como un vulgar delincuente”, manifestó el coronel Guzman Peralta.