La situación sanitaria en Haití ha sido motivo de constante preocupación para su vecino más cercano, la República Dominicana.
La presencia de enfermedades infecciosas es una amenaza permanente que las autoridades sanitarias no pueden ignorar y por tanto es esencial que no se relajen las medidas de seguridad sanitaria en la frontera.
La prevención debe ser parte de los protocolos cotidianos en la frontera, sin que ello conlleve alarmas innecesarias.
Ahora la alerta ha surgido por el ántrax, enfermedad que ha estado presente en ese territorio por años, al igual que muchas otras enfermedades.
La transmisión ocurre principalmente por contacto con animales infectados o productos derivados de estos, lo que subraya la importancia de un control veterinario y sanitario riguroso
Entre las medidas necesarias están reforzar controles fronterizos, vigilancia epidemiológica, vacunación y control veterinario, educación y preparación de respuesta rápida.
La República Dominicana no puede permitirse el lujo de bajar la guardia en lo que respecta a la seguridad sanitaria en su frontera con Haití.
En momentos de tanta incertidumbre, la prudencia y la prevención son nuestros mejores aliados.
