MUHLBERG, Alemania.-El norte de Alemania y Hungría multiplicaron sus esfuerzos el viernes para contener el peligro de unas inundaciones históricas que obligaron a evacuar a miles de personas y que también afectan a varias regiones de Europa Central, donde en República Checa dos personas se ahogaron elevando a 10 el número de muertos en este país.
La crecida de las aguas dejó, al menos, 14 muertos en Europa Central y provocó pérdidas multimillonarias con viviendas destruidas, fábricas anegadas e infraestructuras devastadas. La amplitud de la catástrofe llevó al primer ministro húngaro, Viktor Orban, a asegurar que «ahora está claro que tenemos que hacer frente a las peores inundaciones de todos los tiempos».
Este viernes, en República Checa, dos jóvenes que querían practicar rafting en el río Vltava (suroeste) fueron tragados por las olas.
En Alemania, el presidente de la cámara de Comercio e Industria, Eric Schweitzer, recordó que en 2002 las inundaciones costaron 11.000 millones de euros a la economía.
«En algunas regiones la amplitud de los daños va a superar los de 2002», dijo Schwitzer. La situación era particularmente inquietante en las orillas del Elba y sus afluentes, donde ciudades invadidas o amenazadas por las aguas fueron en gran parte evacuadas.
La situación en la gran ciudad obrera de Bitterfeld, conocida por la industria química, y en la pequeña ciudad de Muhlberg preocupaba a las autoridades.
En esta última ciudad de 4.000 habitantes situada a 150 km al sur de Berlín, varios centenares de personas siguieron las indicaciones oficiales de abandonar sus domicilios.
El agua todavía no había entrado en la ciudad, pero el Elba alcanzó este viernes la cota de 9,89 metros, apenas 10 cm por debajo de la altura de los diques. Camiones y jeeps de la Bundeswehr y de la Cruz Roja estaban estacionados en la entrada de esta población, donde decenas de voluntarios intentaban rellenar bolsas de arena lo más rápido posible.
En el sur del país, donde el sol volvió después de varios días, se esperan nuevas lluvias este fin de semana, con un pico previsto para la noche del domingo al lunes.
En total, 11.300 soldados alemanes fueron movilizados en seis regiones.