Indefectiblemente, todas las organizaciones experimentan la amarga realidad de los conflictos laborales, debido a las divergencias entre los miembros de los distintos equipos de trabajo. Ninguna empresa queda exenta de atravesar momentos en el que sus colaboradores manifiestan disconformidad con un colega o un superior en temas relacionados a su entorno de trabajo.
El rol de la gestión de Recursos Humanos es fundamental para apoyar a los involucrados en el conflicto a resolverlo de la manera más inteligente posible.
En primer lugar, el enfoque debe ir alineado a construir en los superiores un perfil apto para manejar incidentes, tomando en cuenta que cada individuo es diferente y que, por lo tanto, manejará la situación de manera distinta. La formación continua en el desarrollo de habilidades gerenciales y la capacitación constante en temas relacionados al manejo del personal representará una ventaja significativa.
Luego entra la formación de los empleados subordinados, en quienes la organización debe trabajar constantemente hasta conseguir una madurez tal, que, al momento de enfrentarse a situaciones con otros compañeros o supervisores, estén en la total capacidad de hacer uso de las técnicas adecuadas que darán solución a cualquier situación que represente un conflicto.
Existen varias técnicas que facilitarán la resolución de los conflictos en las organizaciones. Las empresas líderes han dedicado mucho esfuerzo para adiestrar a su personal en el manejo de sucesos que pudieran afectar su productividad y desempeño, y han logrado mejoras significativas en sus unidades de trabajo al permitirle a los empleados autonomía para resolver los conflictos.
Dentro de esas técnicas se encuentran la escucha activa, comunicación efectiva, empatía, comprensión, orientación asertiva, negociación inteligente, entre otras. Cada una de estas herramientas permitirá a la empresa solucionar, de manera eficaz, el conflicto.
Estando pendiente del comportamiento de sus empleados, las empresas estarán en la capacidad de anticiparse a las necesidades de capacitación existentes y aplicarán oportunamente las mejoras pertinentes, a través del diseño de programas idóneos para cerrar esas brechas que impiden la innovación interna, el desarrollo de la inteligencia emocional y la evolución de sus recursos humanos