En estos días y los próximos meses en el país habrá más tensión en la política. La política es como en la pelota, se propicia las emociones con mucha intensidad tal como ocurre en los deportes entre Águilas Cibaeñas y los Tigres del Licey.

Ahora estamos en política. Primero fue la precampaña entre los movimientos, agrupaciones y partidos políticos para seleccionar a sus candidatos. Los cuales fueron elegidos en la mayoría de los casos por encuesta. No todos sentían satisfacción. Varios de ellos acudieron al Tribunal Superior Electoral para reclamar lo que ellos entendían era su derecho de ser elegidos y no lo fueron. Algunos de estos tuvieron la suerte de ser favorecidos otros no.

A estos últimos no les agradó la decisión que les desfavoreció. Por lo que debieron buscar asistencia psicológica o se auxiliaron en el tabaco, alcohol y otros tipos de adicciones para enfrentar conductas creadas por lo sucedido a lo interno del partido político al cual pertenece.

Ahora todo es una locura. Las personas pierden el sentido de la vida.

Los partidos Fuerza del Pueblo (FP), el de la Liberación Dominicana (PLD), Revolucionario Moderno (PRM), Revolucionario Dominicano (PRD), Reformista Social Cristiano (PRSC) y los minoritarios; hicieron maniobras para ubicar a sus militantes con o sin alianza para las alcaldías, regidurías y vocales.

Los nervios de estos militantes no eran color de rosa. Ya que todos los candidatos realizaron una inversión por encima de lo que sería lo que cobrarían al ser elegidos en uno de estos puestos municipales.

Esos compromisos con financieras, compraventas, bancos, cooperativas y prestamistas los llevó a la quiebra y a la demencia. Las deudas aun de aquellos que lograron ser electos, tendrán problemas de salud mental inimaginable.

De hecho, hay una persona muerta por depresión y angustia al no comprender su derrota. Otro por deudas y cenas a sus seguidores, subió un video en las redes indicando que esperaba más votos, ya que invirtió miles de pesos con esas y solo aparecieron 10 votos a su favor.

Por esos dos casos, los partidos políticos y sus líderes deberían contar con profesionales de la conducta como psicólogos y psiquiatras para ofrecer a su militancia apoyo emocional a estas personas tengan o no la autoestima baja.

Las personas no deberían olvidar que “Una actitud positiva te da poder sobre tus circunstancias en lugar de que tus circunstancias tengan poder sobre ti”. Lo que implica apoderarse de su yo interno y obviar las vicisitudes transcurridas en su accionar.

En esa misma línea Napoleón Hill nos aporta esta idea “La victoria siempre es posible para la persona que se niega a dejar de luchar”. En América Latina sobran los políticos que han hecho varios intentos para lograr un puesto público. Han trazado planes de trabajo y de supervivencia en la vida y en lo económico para lograrlo.

Para reforzar esa idea y fortalecer la autoestima Miguel Ángel Retana Zamora, expresó que “Mejor es la esperanza; pues produce paciencia, arma fuerte contra la decepción temprana”. Eso ocurrió en estos comicios municipales. El voto no respondió a la expectativa del candidato.

Sobre la situación mental, Paulo Coelho dice que “Las tristezas no se quedan para siempre cuando caminamos en dirección a lo que siempre deseamos”. Tiene mucha razón. La depresión puede ser circunstancial y con un acompañamiento profesional usted puede salir airoso y ser curado.

Pero a la vez, la continua lucha en su partido y la entrega, puede que en el futuro ocupe un puesto en el Poder Ejecutivo. Siendo así reconocido el esfuerzo del que plantea Retana Zamora.

Otro que no se queda atrás en animar a quien no logró el éxito político Geoffrey Norman, recomienda que “Mucho de lo que hoy pasa como depresión estos días no es más que un cuerpo diciendo que necesita trabajo”, subrayando que ocupándose de sus acciones partidarias y personales, las personas pueden variar la salud mental por la que están atravesando.

En lo que sí tiene razón es Oscar Wilde cuando plantea “El hombre está más alejado de sí mismo cuando habla a cara descubierta. Dale una máscara y te dirá la verdad”, el político cumple con ese perfil o será un falso actor de la política como ciencia.

Nos ofrecen villas y castillos, pero cuando ascienden al poder se olvidan de sus planes, propuestas y compromisos con la ciudadanía. Cosas veremos Pancho.