Con prudencia, pero sin pausa

Con prudencia, pero sin pausa

Con prudencia, pero sin pausa

Ya que el Congreso Nacional aprobó la extensión el Estado de emergencia hasta el 17 de mayo, se hace necesario empezar a mirar más allá de la curva.

Cada día se suman nuevos sectores que piden al gobierno empezar a abrir la actividad económica, la cual no había sido cerrada por completo, ya que sectores como el comercio de alimentos, la agricultura, de la industria y la minería podían seguir laborando.

El Gobierno ha destinado casi 20 mil millones de pesos a los planes de mitigación de los efectos a la población y en el empleo de las medidas adoptadas para contener la propagación del nuevo coronavirus.

Sin embargo, el daño real a los sectores productivos que han tenido que cesar por más de cuarenta día será difícil de cuantificar y mucho menos pronosticar el tiempo que le tomará recuperarse.

Pero sería insensato pensar en devolverse cuando se ha nadado casi hasta la orilla.
El sacrificio hay que completarlo hasta lograr la contención del Covid-19.
Ahora bien, en estos nuevos 17 días deben irse dando los pasos ciertos para producir la apertura prudente de los agentes económicos que se han mantenido cesante.

No hablamos de trabajar por la normalización, porque la normalidad que conocíamos hasta el 18 de marzo pasado difícilmente retorne, pero sí planteamos iniciar la planificación para caminar en pro de la recuperación del camino perdido.

La rapidez de la apertura, por supuesto, dependerá también de la colaboración de la población para contener el virus.
Hay que planificar la apertura y empezar su aplicación paulatina, pero sin perder de vista que la prioridad es la contención de la propagación del Covid-19



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