Todos los días podemos estar expuestos a los rayos solares, en mayor o menor intensidad. Cuando no se aplica protección es fácil acabar con la piel quemada, con todas las molestias y problemas que supone.
Estas quemaduras se presentan cuando los rayos ultravioletas penetran en la piel y causan la muerte del tejido de la epidermis. Dejan un rastro que no lucirá bien estéticamente y que además puede resultar muy doloroso.
Cuando nuestra piel sufre daños por la exposición al sol es muy importante tratarla de inmediato, ya que además de afectar nuestra belleza, esto también puede afectar a la salud de la piel.
Aunque en el mercado existen tratamientos para prevenir los daños provocados por los rayos solares, en el caso de la piel quemada, lo mejor siempre será aplicar un remedio natural que la ayude a restaurarse. A continuación, te mostramos cómo debes actuar si tu piel se ha quemado por el sol.
Mantente a la sombra
Si no te has protegido y ya tienes la piel quemada, lo mejor será procurar mantenerte a la sombra, ya que la exposición al sol solo empeorará el problema. Si debes salir a algún lado debes buscar prendas que te cubran bien, proteger el rostro con protector solar y llevar sombrero.
Agua fría
Cuando la piel sufre daños por el sol una de las primeras cosas que debes hacer es tomar un baño de agua fría para refrescar la zona afectada. En lo posible, se deben poner compresas de agua fría en la piel quemada durante unos minutos y así aprovechar sus propiedades calmantes.
Además de esto, es muy importante beber gran cantidad de agua para evitar las consecuencias de la deshidratación, ya que la exposición al sol hace que tu cuerpo pierda agua y sales esenciales.
Compresas de leche fría
La leche es un gran remedio para aliviar la piel quemada por el sol, ya que contiene ácidos grasos y ácido láctico, que funcionan como calmantes para las quemaduras.
Solo tienes que sumergir un paño limpio y suave en una buena cantidad de leche entera. Aplícalo con suaves masajes sobre la zona afectada durante 20 minutos y luego enjuaga con abundante agua fría.
Té de manzanilla
La manzanilla es una planta con propiedades medicinales calmantes, ideales para aliviar el dolor y ardor de las quemaduras.
Prepara una infusión de manzanilla y deja que se enfríe por completo. La puedes guardar en el refrigerador o introducir algunos cubos de hielo para que se enfríe más rápido. Una vez esté bien fría debes aplicarla en la zona afectada utilizando un buen trozo de algodón o una toalla.
Aloe vera para regenerar la piel quemada
El aloe vera es una de las plantas y tratamientos más utilizados para tratar las quemaduras en la piel, ya que además de aliviar el dolor de la quemadura, también regenera los tejidos y les ayuda a recuperarse más rápido y efectivamente.
Este remedio es muy sencillo. Extrae el gel de aloe vera de la planta y aplícalo directamente sobre la piel. También se puede usar como tratamiento interno, bebiendo un licuado de aloe con agua o jugo.
Avena
La avena es ideal para hidratar la piel quemada por el sol, suavizar y restaurar los daños causados tras la quemadura.
Prepara un ungüento utilizando una buena cantidad de avena en hojuelas mezclada con agua. Aplica la pasta en las zonas afectadas de la piel haciendo suaves masajes, deja actuar durante unos minutos y retírala con agua fría.
Vinagre de manzana
El vinagre de manzana es uno de los mejores tratamientos para aliviar las quemaduras solares, ya que además de calmar el dolor, también es ideal para prevenir la aparición de ampollas y descamación de la piel.
Se recomienda diluir el vinagre en una parte igual de agua y no colocarlo directamente sobre la piel, ya que el ácido acético puede causar reacciones negativas.
Puedes colocar compresas de vinagre de manzana sobre la piel afectada durante 15 minutos. Pasado este tiempo se debe empapar de nuevo el paño para que su acción refrescante actúe con más eficacia.
Otra opción es realizarse baños con vinagre de manzana, usando una cantidad mayor de vinagre que de agua. Mezclar dos tazas de vinagre de manzana en una de agua y luego sumergirse en la mezcla.