El ministro de Medio Ambiente parece que lanzó un grito desesperado como forma de despedirse o decir que no quiere seguir al frente de ese ministerio, cuando se refirió al caso de un periodista que tenía una nómina en ese ministerio.

A partir de ahí, le han entrado como a la conga, a uñas y dientes y hasta con el cubo del agua, desde el Partido Revolucionario Moderno, de donde se le ha dado, y no es consejo.

Luego de tantas críticas recibidas, el Ministro Ceara Hatton debería estar evaluando su permanencia en ese ministerio, la cual él mismo no debería permitirse que se extienda, porque ha quedado evidenciado que desde el Gobierno y desde el partido no se le quiere allí.

Su designación en Medio Ambiente fue una sorpresa; su salida, sea hoy o mañana, no va a sorprender a nadie.