Comienza repatriación de niños heridos en accidente de autobús en Suiza

SION, Suiza.-Los niños heridos en el accidente de un autobús belga en Suiza en el que murieron 28 personas, incluidos 22 escolares, empezaban a ser repatriados el jueves, en medio de dudas sobre la seguridad de los refugios del túnel donde se produjo el siniestro, cuyas causas se desconocen.
Según un portavoz del hospital cantonal de Sion, ocho de los 15 niños hospitalizados comenzaron a ser repatriados a bordo de aviones del ejército belga.
De los 24 niños heridos, tres de ellos se encuentran en estado crítico y se hallan en el hospital cantonal de Lausana.
En medio de una gran conmoción, este jueves la prensa belga y suiza, basándose en el testimonio de varios niños heridos, apuntaba la posibilidad de que el chofer se hubiese distraído cambiando un DVD, pero los transportistas belgas consideran que esta hipótesis carece de fundamento.
También se cuestiona la seguridad del túnel donde ocurrió el accidente, y en especial del llamado nicho de parada de emergencia contra el que chocó el autobús.
«Sería necesario prever una velocidad más reducida para los vehículos pesados o modificar la concepción de los nichos de seguridad», pidió el diario Le Temps.
El diario Tages-Anzeiger, de Zúrich, también cuestionó los nichos de seguridad, construidos en la pared del túnel y que supuestamente poseen ángulos que representan un peligro mortal en caso de colisión.
«Es únicamente a causa de ese muro (en ángulo recto) que una colisión frontal ha podido ocurrir», indicó el diario.
Antonello Laveglia, portavoz de la Oficina General de Carreteras (OFROU), dijo a la AFP que el túnel de Sierre, donde ocurrió la tragedia, fue construido en 1999 y por lo tanto respeta las normas en materia de ventilación, de salidas de socorro, de señalización y de disponibilidad de energía.
Los nichos de seguridad también respetan las normas de seguridad pero «con lo que ha ocurrido ahora no se excluye que alguna cosa sea discutida o cambiada», añadió.
Durante la jornada del jueves, las familias de las víctimas se recogieron en el lugar del accidente.
Frente a la morgue de Sion, en el sur de Suiza, se sucedieron los microbuses de vidrios opacos que transportaban a familiares de las víctimas.
La policía cortó el acceso al edificio y sólo dejaba pasar a algunas personas que iban a depositar flores.
«Las familias están aquí para identificar a los cuerpos y para ayudar con aquellos que por ahora no han podido ser identificados», dijo a la AFP un vocero de la policía.
El cuerpo del conductor del autobús será sometido a análisis para determinar si sufrió algún problema de salud que le hizo perder el control del vehículo.
El papa Benedicto XVI se unió «mediante la oración a la pena de las familias enlutadas», según el Vaticano. El viernes será una jornada de duelo en toda Bélgica.