MÉXICO.-Aunque falleció en abril de 1993 a causa de cáncer pulmonar, “el Chaplin hispano” se mantiene presente en la programación de las cadenas de televisión en español, así como en la memoria colectiva.
Y es que si existe un icono mexicano que haya traspasado fronteras y culturas a través del cine, ése es “Cantinflas”, el pícaro “peladito” de principios del siglo pasado que llenó de risas las salas de cine de toda América.
Con gracia e ingenio, Moreno -que nació el 12 de agosto de 1911- popularizó su personaje en decenas de producciones, a partir de las cuales llegó a ser el actor mejor pagado del mundo en la década de 1950.
“El Mimo de México”, como también se le conoce, obtuvo la gloria en la piel de un “don nadie” de gabardina deshilachada que, sin ser payaso, llevaba pantalones de cadera caída, una soga en vez de cinto, un sombrero con un doblez que le daba apariencia de barquito de papel y un particular bigote trasquilado.
Empezó a dar forma a su personaje en escenarios populares, a escondidas de sus padres, en carpas circenses y teatros de Ciudad de México, a los que llegó tras haber pasado por el Ejército.