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Colores que debes usar (y evitar) en una entrevista laboral

El Día Por El Día

La primera impresión en una entrevista de trabajo puede marcar la diferencia entre avanzar en el proceso de selección o quedar descartado. De acuerdo con expertos en recursos humanos, los primeros minutos son decisivos: la apariencia, el lenguaje corporal y la actitud son los principales elementos que los entrevistadores analizan casi de inmediato.

Esta percepción inicial influye de forma profunda en el desarrollo de toda la entrevista, ya que, inconscientemente, la opinión formada en esos primeros instantes puede moldear la interpretación del desempeño del candidato.

Lea también: La entrevista laboral se basa en competencias

Más allá de lo básico —como llegar puntual, mostrar educación y un lenguaje respetuoso—, el impacto del color en tu vestimenta también puede jugar un papel clave en tu favor. Según estudios sobre la psicología del color, ciertos tonos pueden asociarse a patrones de comportamiento o estados de ánimo, afectando la percepción que otros tienen de nosotros.

La psicóloga Marta Sarmiento, especializada en psicología sanitaria y egresada de la Universidad de Sevilla, explicó en una entrevista con el diario español ABC que la elección del color en la ropa es casi tan relevante como el maquillaje, el peinado o los zapatos, ya que puede provocar distracciones involuntarias en el entrevistador.

¿Qué colores usar para una entrevista de trabajo?
De acuerdo con Sarmiento, los colores neutros —como blanco, negro, gris y beige— son las opciones más recomendadas para una entrevista laboral. Aunque a simple vista pueden parecer «aburridos», en realidad favorecen que el entrevistador enfoque su atención en tus habilidades de comunicación, tu confianza y tu manera de desenvolverte, en lugar de distraerse con tu vestimenta.

Es importante elegir prendas lisas, sin estampados llamativos o diseños excesivos, ya que estos pueden captar más atención de la que deseas y desviar el foco de la conversación.

Los colores que deberías evitar
En cuanto a qué tonos no utilizar, la especialista advierte sobre los colores estridentes, como el fucsia, naranja, amarillo brillante, azul Klein, lila, tonos neón o acabados metalizados. Estos colores, al destacar tanto en el entorno, pueden hacer que el entrevistador se distraiga fácilmente.

«No recomendaría el color rojo ni tonos demasiado vivos (…) Lo importante es que la persona se enfoque en conocerte a ti, en escuchar lo que tienes que decir, y no en cómo vas vestido», señala Sarmiento.

¿Importa el tipo de trabajo para elegir tu vestimenta?
Sí, y mucho. La psicóloga subraya que el contexto de la entrevista debe guiar tu elección de vestuario. Es decir, es crucial adaptar tu outfit al tipo de empresa y al puesto ofertado. No es lo mismo asistir a una entrevista para un puesto administrativo que para uno en logística o almacén.

“Por ejemplo, no sería lo más adecuado presentarse en tacones y traje formal para una vacante en un almacén. En ese caso, un look más informal, como unos vaqueros y unos botines, sería mucho más acertado», explica.

Consejos extra para causar una gran primera impresión
Puntualidad:
Llega con tiempo suficiente. Si la entrevista es presencial, planifica tu ruta. Si es virtual, asegúrate de tener buena conexión y prueba el acceso a la plataforma.

Comunicación verbal y no verbal: Habla con claridad, muestra seguridad y sé respetuoso. Mantener contacto visual y sonreír de forma natural ayudará a transmitir confianza.

Actitud positiva: Demuestra interés en el puesto, comparte ejemplos concretos de tus logros y evita comentarios negativos sobre antiguos empleos.

Fuente: INFOBAE

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