Cinco secretos de la vida silvestre revelados con cámaras térmicas

Cinco secretos de la vida silvestre revelados con cámaras térmicas

Cinco secretos de la vida silvestre revelados con cámaras térmicas

Estudiar a murciélagos, como éste, alimentándose sobre un lago, sin termografía es difícil.

¿Alguna vez has visto a un murciélago persiguiendo a un tejón? ¿A una gallinaciega aplaudiendo para llamar la atención? ¿O una nube de murciélagos alimentándose encima de un lago?

Esas son algunas de las fascinantes imágenes que los realizadores de la serie de naturaleza «El gran año británico» de la BBC lograron capturar gracias a lo último en termografía.

Y es que, si bien es cierto que fue el ejército el que impulsó el desarrollo de esta tecnología, desde que las cámaras empezaron a estar disponibles para civiles, los investigadores han estado explorarando la perspectiva única del mundo natural que proporcionan.

El uso de radiación infrarroja para visualizar las diferencias de temperatura ha permitido ver espectáculos sorprendentes y a entender un poco mejor los misterios de la naturaleza.
He aquí cinco de las revelaciones más notables.

Un equipo de científicos franceses y escoceses que investigan los pingüinos emperador en Antártica descubrió que los animales pueden tener en una temperatura superficial más fría que el aire circundante.
A través de las imágenes térmicas de las colonias de pingüinos, los investigadores identificaron que la capa externa de las plumas era entre 4ºC y 6ºC más fría que la temperatura ambiente.

Dominic McCafferty, de la Universidad de Glasgow, explica que esto se debe al «enfriamiento radiante extremo», por el cual los pingüinos, al estar bajo el cielo claro, pierden calor que se escapa rápidamente de la atmósfera.

Por suerte, la estructura especializada de las plumas de los pingüinos actúa como un aislante para mantener estas peligrosamente bajas temperaturas lejos de la piel.



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