Ningún tipo de violencia es justificable. Venga de donde venga, haya detrás las razones que haya. Nunca he apoyado ni apoyaré que algo se solucione a través de la violencia.

Creo firmemente en que hay muchas vías que tenemos al alcance para solucionar conflictos y siempre hay que encontrar la forma sin llegar a la agresión, sea verbal o la psicológica.

Me duele ver lo que está pasando en el mundo, no solo ahora, hay conflictos anquilosados que ya nadie ni menciona. Pero lo que me deja anonada es ver a las personas, incluso muchas que están a kilómetros de distancia y no conocen ni los lugares en conflicto, opinar, atacar, justificar a unos u otros.

Eso es echar mas fuego a una hoguera ya en llamas, si no hay algo que ayude a que un problema se solucione, es mejor quedarte callado, porque si no vas a aportar por lo menos no empeores las cosas.

No me atrevo ni a imaginar el sufrimiento de esas familias que están perdiendo a sus seres queridos de una forma tan cruel y sin sentido.

Es con ellos que está mi pensamiento porque mientras los líderes y políticos se dedican a pelear y a ver quién es el más fuerte, son las personas de a pie las que pagan las consecuencias. No hay guerra buena ni mala, solo hay paz. Punto.

No hay bandos buenos y malos, solo hay entendimiento y querer buscar una solución. Punto. Lo demás para mí no importa, no existe, no me importa la tierra, la religión, el género, el poder, nada.

Solo me importan las personas, todas, después de ahí estaré al lado de quienes busquen evitar la violencia, siempre. Quien la ejecuta, no está en mi lista, nunca. Por el diálogo, siempre.