SANTO DOMINGO.-El director ejecutivo de Casa Abierta, Juan Raddamés de la Rosa, calificó de «esperanzadoras» las declaraciones del presidente Danilo Medina en torno al tema de las drogas en su reciente participación en la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
El presidente Medina se refirió a la necesidad de explorar “nuevos debates y nuevos caminos”, cuando afirmó que “las soluciones deben estar centradas en el ser humano, y tomando en cuenta los derechos inalienables de las personas, avancen en enfoques para la reducción, no solo de la oferta, sino también y muy especialmente, de la demanda de drogas”, resaltó De la Rosa.
Consideró que al situar su pensamiento del lado de las estrategias más inclusivas y humanas que se abren paso en el mundo, no sin resistencia de sectores que se niegan a avanzar en cuanto a la lucha contra las drogas, el presidente Medina ha dicho grandes verdades.
De la Rosa adujo que hay evidencias irrefutables de que las estrategias actuales son peores que las drogas mismas, por lo que anima escuchar que el presidente Medina hace afirmaciones como estas.
Por eso respaldó el planteamiento del Presidente de que “no podemos permitir que este tema siga centrando nuestras conversaciones, año tras año, ante el escepticismo y la frustración creciente de nuestros pueblos, sin atrevernos a abrir nuevos debates, sin explorar nuevos caminos”.
Sostuvo que la sociedad dominicana merece una estrategia que refleje el pensamiento presidencial, para lo cual no hay que esperar que la ONU lo establezca. Esto porque en la actualidad muchas naciones han avanzado en sus estrategias sin apartarse de los mandatos de Naciones Unidas, establecidas en las convenciones sobre drogas.
Numerosas naciones de Europa, América Latina y un número creciente de Estados en los Estados Unidos, han avanzado en la despenalización o descriminalización de los consumos.
Esta sola medida en nuestro país arrancaría de las garras de la corrupción y la prisión a muchas personas injustamente tratadas hoy.
Se puede avanzar en el fortalecimiento de los programas de prevención y tratamiento existentes, y en la aplicación de otros, a los usuarios que lo necesitan sin esperar nada más.
Para hacer justicia solo necesitamos la voluntad y la decisión de hacerla.
Señaló que en materia de drogas, República Dominicana tiene una de las políticas más fundamentalista en su interpretación de las convenciones de la ONU, y por eso sus acciones están centradas en el prohibicionismo y la persecución, que condena a consumidores inocentes y los arroja, vía la penalización de los consumos de sustancias ilegales, a las garras de autoridades corrompidas.
Desde estas perspectivas, que pueden considerarse reaccionarias, se ha instaurado en el país una política inhumana, discriminatoria, mediocre, consideró el director de Casa Abierta.
En su opinión, una política que hace alardes de fuerzas y discursos altisonantes, pero que no puede mostrar resultados positivos, y sí muchos negativos. Es altamente conocido el alto índice de corrupción relacionado con las drogas, legales e ilegales, y el enriquecimiento basado en este negocio.
Indicó que el creciente consumo de múltiples sustancias, algunas tan peligrosas como la heroína, la gran cantidad de jóvenes usuarios procesados como delincuentes, las familias pobres extorsionadas, la violencia asociada a las peleas entre bandas y el sicariato son algunas de las consecuencias de estas políticas.
«De hacer operativo este pensamiento del presidente Medina, nuestro país daría un gran salto, que desde Casa Abierta hemos esperado y demandado por muchos años. El presidente ha trazado una línea», manifestó.
A su juicio, hay que tomarle la palabra al presidente de modo que sirvan como orientaciones modernas para trazar nuevas políticas de drogas en nuestra sociedad, «es hora de hacer en este tema lo que nunca se ha hecho» .