Santo Domingo. – La entrega de la primera etapa del Centro de Corrección y Rehabilitación (CCR) Las Parras representa un hito para el sistema penitenciario de la República Dominicana, ya que marca el inicio del proceso que conducirá al cierre definitivo de la cárcel de La Victoria, el penal más antiguo y sobrepoblado del país.
El acto de inauguración, realizado el sábado en el municipio de San Antonio de Guerra, estuvo encabezado por el ministro de Vivienda y Edificaciones, Carlos Bonilla, quien destacó que la apertura de los primeros cuadrantes del nuevo recinto constituye un paso importante para la modernización de las cárceles de todo el territorio nacional.
“Damos un paso muy importante hacia la transformación del sistema penitenciario dominicano”, expresó Bonilla, al destacar que la infraestructura del centro cumple con los más altos estándares de seguridad y funcionalidad.
El CCR Las Parras, cuya primera fase tiene capacidad para albergar a más de 2,400 internos, ha comenzado a recibir a privados de libertad de manera gradual, lo que contribuirá a que se reduzca de manera significativa el hacinamiento extremo que por décadas ha caracterizado a La Victoria.
La infraestructura del recinto incluye verjas perimetrales, cerramientos en bloques, torres de vigilancia, celdas especiales, aulas educativas, talleres de oficios, canchas deportivas, espacios de reflexión, iglesias, y salas de audiencias internas, para facilitar procesos judiciales sin necesidad de traslados riesgosos.
“La entrega de estos espacios es un hecho que tiene una connotación histórica, porque como todos sabemos da inicio al descongestionamiento y al eventual cierre de la Penitenciaría Nacional de La Victoria”, enfatizó el procurador adjunto Rodolfo Espiñeira.
Además de disminuir la carga del viejo correccional, el titular de la Dirección General de Servicios Penitenciarios, Roberto Santana, aseguró que el recinto de Las Parras garantizará la rehabilitación y reinserción social de los privados de libertad.
Una cárcel con historia
Construida durante la tiranía de Rafael Leónidas Trujillo e inaugurada en 1952, La Victoria ha sido durante décadas un símbolo de la sobrepoblación, hacinamiento y precariedad en el sistema penitenciario dominicano.
La cárcel se diseñó para albergar a 1,700 privados de libertad, y pese a algunas expansiones, llegó a acoger a 9,300 reclusos, según explicó Roberto Santana, lo que la convirtió en un centro de degradación para los internos.
El titular de la Dirección General de Servicios Penitenciarios señaló que, tras 39 años de intentos por sustituir La Victoria con otros recintos, con la apertura de Las Parras se podrá concretar este largo proceso, del que “todo el pueblo dominicano debe sentirse orgulloso” y “mantenerse vigilante para que no se repita en el futuro”.
El pasado miércoles comenzó el traslado de los privados de libertad de la Victoria hacía el CCR Las Parras con 300 reclusos, los primeros de los 2,400 que acogerá la primera fase del nuevo recinto carcelario.