Santo Domingo.-Toy contento porque con ese dinerito voy a tener mi comida segura y mi medicina, son las palabras de Pedro Julio Prensa, uno de los dos mil 185 cañeros que fueron beneficiados con las pensiones que otorgó el Poder Ejecutivo a los trabajadores del Consejo Estatal del Azúcar (CEA).
El hombre de 77 años, reside en el batey Villa Naranjo del municipio de San Luis, en Santo Domingo Este, narró que para sobrevivir antes de que lo pensionaran, se dedicaba a realizar cualquier labor en algún conuco y sobreviviendo como Dios me diera la oportunidad.
Dijo que hay muchas personas que estaban en el listado que depositaron en el Palacio Nacional, durante su última protesta y que residen en ese mismo batey pero que no resultaron agraciados.
Jesús Núñez, representante de la Unión de Trabajadores de los Cañeros de los Bateyes, explicó que el decreto número 245-12, que contiene la disposición será efectiva a partir de tres meses.
Núñez denunció que de una lista de dos mil cañeros, entregada a la viceministra de la Presidencia, Sandra Severino, el 24 de febrero, sólo 18 personas fueron amparadas, mientras que el restante fue otorgado a personas que posee propiedades y vacas, y que no necesitan los recursos.
Aunque el gremialista reconoció que fue un paso de avance en la lucha que llevan.
Pensiones fueron secuestradas
Jesús Núñez, dijo que las pensiones fueron secuestradas por el Gobierno. Explicó que el acuerdo al que arribaron en el Palacio Nacional consistía en que las pensiones se les entregarían a personas enfermas, minusválidas, ciegas, y otras con enfermedades terminales.
Sin embargo, señaló el representante de los cañeros, que las autoridades lo que hicieron fue engañarlos.
Indicó que muchos de los beneficiados nunca cortaron una caña, también otros casos como el de Andrés Ortíz que tienen ganado, con una pensión y que no necesita eso, le fue dado.