Santo Domingo.- Los candidatos presidenciales de la oposición entregaron hoy al Secretario General de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, un documento contentivo de las pruebas sobre supuesto fraude perpetrado por el gobierno y el presidente de la Junta Central Electoral (JCE).
Luis Abinader, Guillermo Moreno, Elías Wessin Chávez, Soraya Aquino, Minou Tavares Mirabal, quien se hizo representar por el licenciado Max Puig, explicaron al incumbente de la OEA, los distintas violaciones a las normas y leyes electorales por parte de la autoridad electoral y por el gobierno, que reelegía a su presidente Danilo Medina, antes, durante y posterior a la celebración de las elecciones celebradas el pasado 15 de mayo.
A continuación, texto íntegro del documento entregado al Secretario General de la OEA:
Lic. Luis Almagro Lemes
Secretario General
Organización de los Estados Americanos
Santo Domingo
Estimado Secretario General:
Los suscritos, candidatos presidenciales que participamos en las elecciones realizadas en la República Dominicana el pasado 15 de mayo, tenemos a bien denunciar ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) lo siguiente:
1. Que tanto la campaña como el proceso electoral de los comicios presidenciales, congresionales y municipales celebrados en la República Dominicana el pasado 15 de mayo, así como el escrutinio del voto, han constituido un grave retroceso del sistema democrático, ya que no permitieron que el pueblo dominicano pudiera expresar su voluntad de manera libre, transparente y soberana en las urnas.
2. Que el partido gobernante, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), hizo uso abusivo de los recursos del Estado, violentando las normas más elementales de equidad establecidas en la Constitución y en la legislación de la República.
3. Que hemos recopilado pruebas fehacientes de fraude y fallos estructurales en los tres niveles de elección que siempre favorecen al partido gobernante, PLD y aliados, como detallamos en el documento anexo.
4. Que advertimos con suficiente antelación al país y a los observadores internacionales, en particular al Jefe de la Misión de Observación Electoral de la OEA (MOE/OEA), el ex presidente de Colombia, don Andrés Pastrana, que la implementación de una tecnología electrónica para el escrutinio de los votos en los tres niveles de elección, sin contar con una verificación manual de éstos, representaba uno de los mayores peligros para la credibilidad y confianza en los resultados electorales. Gracias a la intermediación oportuna del ex presidente Pastrana se logró, pocos días antes de las elecciones, que la Junta Central Electoral (JCE) garantizara que el resultado electrónico sería comprobado en un 100% con el conteo manual de los votos en los tres niveles de elección y que, si surgiera discrepancia entre ambos resultados, prevalecería siempre el acta del conteo manual.
5. Que, contrario a lo acordado por la JCE mediante la Resolución No. 71 de 5 de mayo de 2016, y luego por el Procedimiento para el Escrutinio en los Colegios Electorales, de fecha 12 de mayo de 2016, en una cantidad elevada de mesas electorales no se contaron los votos como manda la ley electoral y estableció por las citadas normas de la propia Junta. Ese hecho fue recogido por el propio informe preliminar de la MOE/OEA, de fecha 17 de mayo de 2016, en su página 2, así: “Los procedimientos de conteo de votos no fueron homogéneos, dado que en algunas mesas se contó de manera manual y exhibiendo las boletas, mientras que en otras de forma automatizada sin mostrar los votos”.
6. Que tal y como expresa el citado informe preliminar de la MOE/OEA, la principal “fragilidad” del proceso se produjo en ocasión de la implementación de la nueva tecnología adquirida a la empresa española INDRA, tal y como lo habían advertido todos los candidatos de oposición. La situación adquirió una gravedad escandalosa cuando el propio presidente de la JCE, faltando apenas horas para las votaciones, denunció públicamente la supuesta renuncia de más de 3,000 técnicos auxiliares que estaban destinados a trabajar en demarcaciones claves de mayor votación, como el Distrito Nacional y la provincia de Santo Domingo. El informe de la MOE/OEA recogió en su primera página la afirmación de que: “El presidente de la JCE se comprometió a investigar de forma detallada esta situación que afectó la jornada electoral”. Sin embargo, a pesar de haber transcurrido casi un mes de las elecciones, la JCE no ha ofrecido información oficial sobre lo acontecido ni ha sometido a la justicia a ninguno de los supuestos técnicos renunciantes, lo que devela, en realidad, la falsedad de la denuncia y la existencia del interés deliberado de afectar la jornada electoral en demarcaciones claves como el Distrito Nacional y la provincia de Santo Domingo, en beneficio de los candidatos oficialistas.
7. Que los problemas suscitados durante el proceso electoral con la implementación de la nueva tecnología de escrutinio, no fueron sorpresa para la Junta Central Electoral, ya que, tal y como lo recoge el propio informe de la MOE/OEA: “El 1 de mayo de 2016, la JCE implementó el segundo simulacro a nivel nacional que tenía por objeto realizar los ajustes a todos los sistemas y a las comunicaciones. La Misión estuvo presente en ese ejercicio y observó las dificultades de logística, configuración y distribución de los equipos con la aplicación para realizar el consolidado nacional de datos de las tres elecciones. La implementación de estas herramientas tecnológicas durante la jornada tuvo serias dificultades:
7. • Falta de capacitación o familiarización de los técnicos con el funcionamiento de los equipos;
7. • Falta de condiciones de infraestructura periférica para su correcto funcionamiento;
7. • Falta de recursos humanos para el manejo de los equipos;
7. • Falla en el reconocimiento de los códigos de seguridad.
La Misión considera importante que los procedimientos relativos al conteo de los votos estén definidos con mayor claridad en la ley, dado que es un componente fundamental de un proceso electoral que no debería estar sujeto a reglamentaciones internas emitidas por las instituciones electorales”.
8. Que, a pesar de los graves fallos detectados en el simulacro del 1ro de mayo, apenas dos semanas antes de las elecciones, que demostraron la vulnerabilidad en la confiabilidad de la tecnología electrónica, la JCE se aferró a utilizarlo, con el objetivo central de dar a la opinión publica boletines de resultados no verificados por actas manuales, a los que llamo de manera intencionalmente siniestra“resultados preliminares sin efectos jurídicos”. Estos datos se ofrecieron públicamente apenas minutos después de haberse cerrado el plazo de las votaciones, proyectando una apabullante victoria del presidente reeleccionista Danilo Medina, sin que se hubiera contado manualmente un solo voto del pueblo dominicano.
9. Que los fraudes y fallos estructurales de escrutinio fueron generalizados. En muchos colegios no se llenaron las actas correspondientes en los tres niveles de elección; las valijas llegaron violentadas y abiertas; y en los limitados reconteos manuales que se han podido realizar, han aparecido en algunas urnas boletas correspondientes a otra demarcación, como en los casos de los municipios de Santo Domingo Oeste y Santo Domingo Este.
10. Que otra modalidad de fraude se produjo en la anulación por parte de presidentes de colegios electorales al servicio del gobierno, de una gran cantidad de votos en los tres niveles de elección. A nivel presidencial se triplicaron los votos nulos con relación al promedio histórico de procesos anteriores, y en los planos congresional y municipal, llegaron a niveles nunca vistos en la historia electoral de nuestro país.
11. Que, conforme a las pruebas recabadas, que se anexan a la presente comunicación, resultan desmesuradas e inexplicables las discrepancias entre los votos presidenciales, congresionales y municipales emitidos en numerosos colegios y el número de concurrentes establecidos en el padrón de dicho recinto.
12. Que la JCE permitió que frente a numerosos colegios electorales se instalaran centros de compra y venta de votos, sin que tomara ninguna medida en contra de sus autores. A pesar de existir videos y reportes de la gravedad de lo que acontecía a través del país, la Policía Electoral se mantuvo indiferente, permitiendo que estos graves delitos electorales se cometieran con total impunidad.
13. Que los candidatos presidenciales de la oposición hemos intimado a la Junta Central Electoral a que presente las actas de conteos manuales que, conforme a la ley, deben sustentar los resultados electrónicos que reflejan los boletines dados hasta el momento por el organismo electoral. En tal sentido, hemos planteado que no reconocemos ningún resultado de la Junta Central Electoral que no tenga el soporte legal de las actas manuales que certifiquen la voluntad del pueblo dominicano.
Conclusión:
En consecuencia, los suscritos, en nombre de la oposición política de la República Dominicana, denunciamos ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) la ocurrencia de un conjunto de irregularidades que conforman un patrón sistemático de manipulaciones fraudulentas en las elecciones presidenciales, congresionales y municipales celebradas el pasado 15 de mayo de 2016, en violación de la Constitución y de las leyes de la República, incluyendo normas internacionales libremente asumidas por el Estado dominicano, como preceptos fundamentales de la Carta Democrática Interamericana.
Esta grave crisis política post-electoral representa un serio retroceso para el sistema democrático y electoral dominicano.