SANTO DOMINGO.- La primera dama de la República, Cándida Montilla de Medina, encabezó hoy la octava edición de la entrega del premio Pediatra del Año 2016, en sus cuatro categorías, durante un acto realizado en el Salón Verde del Palacio Nacional.
Las categorías reconocidas son Servicio Social, Investigación, Educación y Pediatra Destacado del Año, que en esta oportunidad, correspondieron a los doctores Caridad Francisco Capellán, Rafael Mena Canto, Ana Sixta de la Cruz y Narda Cristina D’ Oleo, respectivamente.
Una de las pediatras reconocidas, Caridad Francisco Capellán, quien también es artista plástica, regaló a Cándida Montilla de Medina una pintura que recrea la Sagrada Familia.
Vínculos afectivos con pequeños pacientes
Al pronunciar el discurso central del acto, la Primera Dama, evocó al “Padre de la pediatría dominicana”, Hugo Mendoza, quien instaba a sus colegas a crear un verdadero vínculo afectivo con sus pequeños pacientes y a no ver a los niños como un número más para las estadísticas.
Saber sonreír
Cándida Montilla de Medina refirió las expresiones de ese eminente pediatra de que los niños y niñas que habían sido sus pacientes, a través de su dilatado ejercicio, le dejaron la lección suprema de saber sonreír.
Aligeran la carga y abren las ventanas de la alegría
“Esas opiniones conservarán validez por siempre, para ustedes como médicos y para nosotros como adultos. Los niños y las niñas, en su ternura e indefensión, aligeran la carga de nuestros días y abren las ventanas de la alegría”.
La Primera Dama de la República resaltó la responsabilidad y el compromiso que tienen los especialistas de la pediatría del país, porque un 28 % de la población tiene entre cero y catorce años de edad, equivalente a “casi tres millones de niños y niñas que serán los hombres y mujeres de nuestro futuro inmediato”.
Manifestó que los niños son el motor que motivan al esfuerzo continuo de mejorar, material y espiritualmente, los núcleos familiares, por lo que para los padres y las madres es importante asegurar la óptima condición de la salud de sus vástagos.
“Y es ahí que entra el pediatra a jugar un papel preponderante no solo como médico sino también como amigo. Un amigo con quien podemos discutir sobre lo que nos preocupa sobre nuestros hijos e hijas tanto en lo relativo a su bienestar físico como a su adaptación emocional durante las etapas de crecimiento y desarrollo”.
Contribuciones al bienestar de los niños y niñas
La Primera Dama de la República motivó cada uno de los renglones reconocidos a cuyos beneficiarios definió como excelentes representantes de la pediatría en el país, cuyo ejercicio honran.
