SAN PEDRO SULA, Honduras.-Los cancilleres americanos empezaron el martes la búsqueda de un acuerdo de consenso para despejar el camino de retorno de Cuba a la OEA, pero la tarea parece tan difícil que posiblemente terminen expresando solamente que lo intentaron pero quedaron a la espera de mejores tiempos.
Los negociadores de los 34 estados están de acuerdo en la necesidad de derogar la resolución de 1962 que suspendió los derechos de Cuba en la organización al considerarla anacrónica.
Pero, han tocado punto muerto en cuanto a lo que debe seguir a partir de allí. Ante preocupaciones expresadas por el gobierno del presidente hondureño Manuel Zelaya de que Cuba consuma gran parte del tiempo de las deliberaciones de dos días, y al persistir su decisión de proceder solamente por consenso, existe la posibilidad de que los ministros despachen rápidamente el caso con una declaración de principios sobre Cuba para pasar a otros temas.
Zelaya inaugurará las sesiones temprano y los ministros iniciarán luego a su primera sesión para elegir a la canciller local, Patricia Rodas, como presidente de las deliberaciones y celebrar inmediatamente después la primera de sus cuatro sesiones plenarias.
«No hay consenso», había dicho el embajador de Panamá, Arístides Royo, uno de los líderes del grupo de trabajo designado por los embajadores de la organización la semana pasada para armonizar un texto único de resolución. «Esto se ha puesto en manos de los cancilleres».
Según Royo, los ministros empezarán a trabajar sobre «varias alternativas» y tomarán una decisión este mismo martes. La falta de consenso podría resolverse por votación: se requieren dos tercios, o 23, para aprobarse la resolución. Pero, el subsecretario general de la OEA, Albert R. Ramdin, ha descartado ese recurso.
La secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton declaró que «beneficiará al pueblo cubano y nuestra región estar más integrados en la región».
«Creemos que existe una oportunidad para que Cuba se involucre más, pero al mismo tiempo, deseamos ver la transferencia pacífica de poder que hemos visto esta mañana (en El Salvador) como algo posible para el pueblo cubano», comentó.
«No creemos que ambas cosas sean mutuamente excluyentes». Esas condiciones ha sido el factor principal del estancamiento en las negociaciones.
Clinton se entrevistó con Zelaya y Fernando Lugo, de Paraguay, en el Centro Arabe, sede de las deliberaciones. Los negociadores tenían hasta cuatro proyectos de resolución, pero se concentraron en uno promovido por el Grupo 11 (ocho de Sudamérica, México, Panamá y República Dominicana), que Estados Unidos habría apoyado parcialmente.
Además quedaban los proyectos de Honduras y Nicaragua, a la que apoyan los países del ALBA, el movimiento promovido por el presidente venezolano Hugo Chávez. El proyecto del ALBA se mantenía firme, según los informantes, y pide una decisión sin condiciones de parte de la OEA.