En el país hay un debate encendido sobre el aborto y las causales (malformación feto, incesto o violación y peligro de la vida de la madre) en el tema de la modificación del Código Penal.
Muchas crispaciones han surgido entre los sectores que objetan el aborto y quienes lo favorecen.
Es decir, que el ambiente está muy complejo desde hace varios meses, máxime cuando la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados ha revelado que hay consenso para la exclusión de dos causales (malformación del feto e incesto o violación) en el informe que será presentado para la aprobación de la conflictiva pieza.
Sin embargo, en la Constitución existe un predicamento que podría ser la solución al debate. El artículo 37 de la Carta Magna es claro: “El derecho a la vida es inviolable desde la concepción hasta la muerte.
No podrá establecerse, pronunciarse ni aplicarse, en ningún caso, la pena de muerte”. La interpretación de ese texto parece que llegará al Tribunal Constitucional.
Diplomacia de la vacuna
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro británico Boris Jhonson, tienen en una especie de secuestro simulado las vacunas contra el Covid-19 que se producen dentro de su territorio, aunque sean fruto de iniciativas de empresas privadas que han contraído compromisos con otros países.
Mientras eso ocurre, China facilita la adquisición de vacunas a países con los que le interesa estrechar sus vínculos políticos y comerciales, como es el caso de República Dominicana y le ha ido muy bien.
