San Cristóbal.-El azote con un látigo de cuero o una soga es el combustible utilizado por los “amos” para obligar a los “caballos trabajadores” a llevar las carretas repletas de basura, madera, arena y hasta tanques de agua, más el peso del dueño, a quien también tienen que llevar a su lugar de destino.

Los caballos inician su labor a las 6:00 de la mañana, hora en que son despertados por sus propietarios en el sector San Antonio, Lava Pies, para alquilarlos o llevarlos ellos mismos a trabajar recogiendo todo cuanto pueda caber en la carreta, sin importar el peso.

Hacen un recorrido por Pueblo Nuevo, calles General Cabral, General Leger, Constitución, antigua carretera Sánchez, Madre Vieja Sur, y muchos otros sectores de esta ciudad.

En cada lugar por donde pasan se puede escuchar a los “amos” vociferar «la basura, saquen la basura, ¡arre, arre caballo!”, más el sonido de los latigazos y palabras obscenas cuando el animal no puede moverse porque la gran carga no se lo permite.

Un joven carretillero, quien no quiso dar su nombre, informó que él y sus compañeros saben qué día pasa el camión recolector de basura en cada sector para no ir en vano.

“Nosotros estamos claros, vamos los días cuando el camión no pasa, para poder conseguir los chelitos”, explicó.

A modo de chiste dijo que es necesario golpear al animal para que pueda avanzar, porque de no ser así “no llegamos nunca”.

Más que un abuso

Reporteros del EL DÍA observaron cuando dos jóvenes con edad entre 12 y 16 años azotaban sin misericordia a un caballo lánguido porque cayeron de la carreta al suelo varias fundas llenas de desperdicios que al parecer no cabían.

El animal se veía desesperado, relinchando, como queriendo correr, pero no podía, debido a que estaba muy bien amarrado con sogas al aparato. También sus patas y costado sangraban.

“Me duele el alma de ver como estos animales se desangran y nadie hace nada… eso es todos los días”, expresó Marta Taveras, quien también contemplaba al caballo llena de impotencia en la urbanización Favidrio, Madre Vieja Sur.

Estos carretilleros cobran desde RD$30 hasta RD$150 por basura, dependiendo de la cantidad.

También ofrecen servicio de carga de materiales de construcción.

Cada día los carretilleros pueden conseguir desde RD$600 hasta RD$1,100, esto de acuerdo con el número de viajes que realicen.
Son más de cien hombres, jóvenes y adolescentes, los que se dedican a esta labor todos los días.

Contaminación

El montón de desperdicios recogidos es depositado en el Pozo Negro, San Antonio, cerca de la desembocadura de la cañada de Lava Pies que se une con el río Nigua, donde también es depositado gran parte de los desechos sanitarios de esta ciudad.

Allí separan la basura y amontonan plásticos y hierros, todo lo demás lo queman hasta seis veces al día, informaron vecinos del sector.

El hedor es insoportable, sobre todo al final de la tarde cuando los corceles son llevados a comer parte de los residuos que recogieron durante el día y les dan a beber del agua podrida que corre por dicha cañada, que también sirve para saciar la sed de decenas de cerdos, vacas y perros.

Ayuntamiento

“El Ayuntamiento Municipal de San Cristóbal ha tratado de organizar a los carretilleros en coordinación con el Ministerio de Medio Ambiente, pero ellos tienen miedo de venir aquí porque creen que les quitaremos sus caballos”, expresó Omar Fourment, encargado de Relaciones Públicas del Cabildo.

Algunos sancristobalenses consultados al respecto responsabilizaron de la situación a las personas que les pagan a los conductores de carretas y no esperan a que pase el camión recolector de basura, y al Ayuntamiento de la ciudad por no recoger con mayor frecuencia los desperdicios de los ciudadanos.