Batidos en exceso: el perfil psicológico detrás del consumo masivo de proteína

Los batidos de proteína son una alternativa práctica para incorporar este nutriente sin elevar el consumo de carbohidratos o lípidos que suelen encontrarse en los alimentos sólidos. Sin embargo, cuando su ingesta se vuelve excesiva, pueden reflejar no sólo una preocupación por la salud o el físico, sino también aspectos psicológicos que afectan la relación de una persona con la comida.
Desde la psicología, se ha señalado que el consumo excesivo de estos licuados, especialmente en grandes cantidades, podría estar relacionado con trastornos conductuales o emocionales. En algunos casos, este hábito refleja una obsesión con el cuerpo, la alimentación o el rendimiento físico, lo que puede generar un ciclo negativo.
Esta relación entre comportamiento y consumo de proteínas es objeto de atención en estudios que buscan entender cómo las emociones y preocupaciones personales pueden influir en las decisiones alimenticias. Un ejemplo claro de este fenómeno es la ortorexia, un trastorno obsesivo-compulsivo relacionado con una preocupación excesiva por comer alimentos que se consideran saludables.
Te puede interesar leer: La importancia de aceptar el pasado para ser feliz
Según la Revista Alimentaria, este trastorno comparte características con la bulimia y la anorexia, aunque se centra en una obsesión por evitar cualquier nutriente percibido como dañino. La psicóloga Verónica Velasco, de BluaU de Sanitas, advierte que “esta pasión por lo sano puede derivar en lo contrario: graves problemas de salud”, subrayando la peligrosidad de este trastorno cuando se lleva al extremo.
¿Qué es la ortorexia?
La ortorexia es un trastorno alimentario caracterizado por una preocupación excesiva por consumir únicamente productos que se consideran saludables. Alma Erika García Corona, nutrióloga del Departamento de Nutrición del Hospital General de México “Eduardo Liceaga” (HGM), explica que quienes padecen esta condición invierten mucho tiempo en planificar su dieta diaria y destinan grandes cantidades de dinero a la compra de alimentos específicos.

De acuerdo con la Secretaría de Salud de México, a nivel internacional, se estima que alrededor del 28% de la población presenta síntomas relacionados con este tipo de alteración. Sin embargo, en el caso del territorio nacional su prevalencia es menor.
García Corona señala que los afectados suelen ser meticulosos al elegir sus productos, revisan etiquetas, rechazan cualquier fruta o verdura que no sea de origen ecológico y buscan opciones libres de aditivos químicos. Si llegan a consumir algo que no cumple con sus estándares, se someten a medidas estrictas como ayunos o restricciones extremas como forma de autocastigo.
“Cuando consumen algún alimento que no cumple con estas características, se recriminan y se castigan haciendo ayunos prolongados o dietas muy estrictas”, mencionó García Corona.
En este contexto, el uso de suplementos también puede formar parte del esquema dietético de estas personas. Los batidos proteicos, por ejemplo, están formulados con ingredientes específicos como el hidroximetilbutirato, dirigido a cubrir necesidades particulares, indica el doctor Ramón de Cangas, integrante de la Academia Española de Nutrición y Dietética.
¿Cómo afecta este trastorno alimenticio?
La ortorexia puede provocar efectos severos en el organismo y en el bienestar psicológico. Según la psicóloga generalista sanitaria Isabel Fernández, de la Clínica CTA en España, esta afección puede derivar en desequilibrios nutricionales tanto por exceso como por defecto, incluyendo anemia, hipovitaminosis o hipervitaminosis.

Asimismo, se identifican pérdidas significativas de peso, reducción de masa muscular y grasa, debilitamiento del sistema inmunológico, mayor susceptibilidad a infecciones, baja densidad ósea, riesgo de osteoporosis, complicaciones cardiovasculares y renales como la hipotensión, e incluso infertilidad.
En el plano emocional, se manifiestan patrones de pensamiento repetitivos, estrés, alteraciones cognitivas, deterioro de la autoestima y sentimientos de culpa al romper las reglas impuestas en la dieta. Este estado también puede conducir al aislamiento social y favorecer el desarrollo de otras afecciones psicológicas como ansiedad, depresión, hipocondría o trastornos obsesivo-compulsivos.
Frente a este cuadro clínico, la nutrióloga Alma Erika García Corona subraya que el abordaje terapéutico debe realizarse de forma integral. Destaca que al haber implicaciones emocionales, es necesario el acompañamiento del servicio de salud mental para establecer estrategias conjuntas de atención.
¿Cuánta proteína debemos consumir de forma sana?
El consumo adecuado de proteínas es fundamental para preservar la masa muscular y mantener funciones vitales. Según la Academia Española de Nutrición y Dietética, a través de su portal Nutriendo, un licuado se considera alto en este macronutriente cuando supera la cantidad diaria recomendada, la cual varía en función de factores como la edad, el peso y la actividad física de cada persona.
La Organización Mundial de la Salud establece que una persona debe consumir aproximadamente 0.8 gramos de proteína por kilo de peso corporal cada día. La Academia ilustra este cálculo con el ejemplo de un adulto de 70 kilos y actividad física ligera, quién debería ingerir alrededor de 56 gramos diarios.
A partir de los 50 años, se inicia un proceso fisiológico de pérdida de tejido muscular que, si se agrava, puede derivar en sarcopenia, una condición que limita la movilidad y afecta la calidad de vida. Para contrarrestar esta disminución, es esencial complementar la alimentación con ejercicios de fuerza.
En el caso de quienes practican deporte, la degradación muscular inducida por el entrenamiento requiere una ingesta superior, que puede ir de 1 a 1.3 gramos por kilo, dependiendo del nivel de esfuerzo. Un batido posterior al ejercicio suele aportar unos 25 gramos, por lo que, para cubrir las necesidades diarias, podrían consumirse entre uno y tres licuados al día. Aun así, se recomienda contar con el seguimiento de un profesional de la nutrición.
Fuente: Infobae
Etiquetas
Artículos Relacionados