Los miembros de la organización criminal, identificada como “Investor Winner”, se valían de medios tecnológicos para perpetrar la estafa, empleando redes sociales para atraer y engañar a las víctimas a quienes prometían rendimientos inusualmente altos.
Según los documentos del Ministerio Público, los implicados captaban dinero de las víctimas con la promesa de rendimientos mensuales de entre un 10% y un 30%.