Conferencia del Episcopado Dominicano exhorta a la participación activa y consciente en las elecciones (Foto Externa).
SANTO DOMINGO.- El gobierno dominicano ha propuesto una reforma fiscal que ha suscitado intensas discusiones entre los sectores más influyentes del país. Sin embargo, resulta notable la ausencia del episcopado dominicano, cuya jerarquía históricamente influyente, no ha tenido una presencia notable en el debate.
En contraste, los pastores evangélicos, representando un creciente sector religioso, han buscado acercamiento con el presidente y han expresado activamente sus opiniones sobre el proyecto.
Este grupo de pastores planteó preocupaciones particulares respecto a la posible eliminación de las exenciones fiscales a las organizaciones no gubernamentales (ONG), bajo las cuales operan muchas iglesias evangélicas. No obstante, sus temores resultaron infundados, ya que la propuesta gubernamental solo busca eliminar las exenciones a ONGs que generan beneficios privados, manteniendo las ventajas fiscales para las entidades sin fines de lucro genuinas.
El proyecto puso en evidencia la existencia de organizaciones que, aprovechando vacíos legales, se lucran bajo el amparo de estas exenciones, como es el caso de algunas universidades privadas.
Sin embargo, lo que ha llamado más la atención es la pasividad del liderazgo católico frente al activismo mostrado por las iglesias evangélicas.
Esta situación marca un cambio significativo en la dinámica de la participación religiosa en la vida pública dominicana. Durante décadas, la Iglesia Católica fue una voz moral y política de gran peso en los debates éticos, sociales y económicos. En el pasado, era impensable que la jerarquía católica se mantuviera al margen de una discusión tan crucial como la reforma fiscal.
Entre las posibles causas de esta ausencia se encuentran los cambios internos que ha experimentado la Iglesia Católica en República Dominicana, con un episcopado mayoritariamente oriundo del Cibao y menos inclinado a participar en el debate político.
Además, la Conferencia del Episcopado Dominicano parece haber priorizado los temas morales y pastorales por encima de los asuntos económicos y sociales, permitiendo que otras organizaciones, como los grupos evangélicos, ocupen esos espacios.
El protagonismo de los pastores evangélicos, que sí se han acercado al gobierno, refleja el creciente peso de esta comunidad en la vida pública y su capacidad para adaptarse a las dinámicas del poder político. Esto podría tener implicaciones a largo plazo en el equilibrio de fuerzas religiosas en el país, transformando el papel de las iglesias en la sociedad dominicana.