Dra. Amalfis Nuñez
Es una disfunción sexual en la cual la persona trata de evitar a toda costa el acercamiento sexual. Va desde una gran molestia al estar expuesto a una relación coital pero acepta caricias y mimos hasta sentir asco de pensar en el contacto de genitales.
En fase avanzada se produce náuseas, palpitaciones y sudoración profusa por la ansiedad y angustia que le genera esta proximidad con una pareja sexual.
Esta condición aparece generalmente en mujeres, sin embargo, el hombre también puede sufrirlo. Se considera una fobia.
Puede ser primario cuando la persona lo padece desde el inicio de su vida sexual activa o secundario, cuando aparece después de tener una vida sexual normal durante un tiempo y luego aparece el trastorno.
El primario, aparece con mayor frecuencia en personas con una educación sexual inadecuada, ambiente familiar muy represivo, violación o abuso sexual en la niñez.
El secundario, puede aparecer en personas que han tenido un inicio de actividad coital doloroso o traumático, vivencias traumáticas con la pareja sexual, cuando por alguna razón la persona no desea tener intimidad coital y es forzada o presionada constantemente por la pareja, homosexuales que no se aceptan o son obligados a mantener una relación heterosexual.
La aversión al sexo se puede presentar con una pareja específica (situacional) o con todas las parejas (generalizado).
Generalmente, en esta disfunción, se mantiene el deseo sexual, ya que la persona que la padece, cuando hace prácticas masturbatorias en solitario, no se presenta la fobia ni los síntomas descritos anteriormente.
Esta condición se revierte con una adecuada terapia.
