En algún momento, y ojalá sea pronto, las autoridades que tienen a su cargo los asuntos de orden público caerán en la cuenta de que hay niveles importantes de inseguridad, de violencia criminal, de rateros vesánicos o como se le pueda denominar, y es posible que entonces tomen alguna medida para ponerle remedio.
La muerte de un oficial subalterno de la Fuerza Aérea a manos de uno o varios asaltantes no es un hecho aislado.
Rara coincidencia
El teniente Robert Espinosa Martínez, adscrito al Cuerpo de Seguridad Presidencial, fue muerto y despojado de su arma y otras pertenencias en Santo Domingo Este.
Llama la atención que en marzo pasado ocurrió otro hecho parecido en la persona de un teniente del mismo cuerpo de seguridad, también al parecer por parte de delincuentes comunes. Es decir, es violencia criminal, ratería vesánica.