Aproximadamente un 70 % de las mujeres presenta miomatosis uterina
Los miomas, leiomiomas o mejor conocidos como fibromas, se definen como tumoraciones benignas del útero. Es el tumor más frecuente del aparato reproductor femenino.
Laura Elizabeth Olivares, ginecóloga de la Clínica Integral de la Mujer de los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (CEDIMAT), expresa que se estima que aparecen en el 60 % de las mujeres antes de los 40 años de edad y en un 80 % antes de los 50.
“Se cree que alrededor de un 70 % de la población femenina llega a tener miomatosis a lo largo de la vida, con una mayor incidencia antes de la quinta década de la vida.
Se considera la patología más frecuente de las enfermedades del útero y su transformación en maligna es infrecuente”, resalta la especialista.

Posibles causas
La aparición de esta dependerá de varios factores, como son los antecedentes familiares, la obesidad, hipertensión arterial; siendo la paridad, la menarca (edad en que inicio la menstruación) y el uso de anticonceptivos de menor incidencia para la aparición de miomas, plantea Olivares.
Las mujeres afroamericanas tienen de tres a nueve veces mayor prevalencia de miomatosis que las mujeres de raza blanca o caucásica, con una aparición en edad temprana, aproximadamente entre los 35 y 40 años de edad. Es decir, en una edad reproductiva, premenopáusica, afirma.
Sin embargo, explica, la verdadera incidencia y prevalencia de estos sigue siendo desconocida, ya que en la mayoría de los casos es asintomática y muy probable no se diagnostican o se realiza el diagnóstico por hallazgo en estudios de rutina.
Síntomas
Pese a que la mayoría de los casos son asintomáticos, alrededor de un 40 % de todos los casos causan síntomas como hemorragia uterina anormal, sangrado abundante, sangrados abundantes que están fuera del ciclo correspondiente a la menstruación y otros síntomas que pueden afectar la calidad de vida de la paciente, alerta la experta.

Asimismo, dolor pélvico en esta sintomatología que se presenta porque la mujer refiere además de dolor también sentir peso en la pelvis y el abdomen; el 25 % de los casos se debe a la compresión del útero aumentado de tamaño por la presencia de miomas grandes, causando así compresión de los órganos abdominales y pélvicos adyacentes al útero, los cuales no mejoran con el uso de analgésicos.
Consecuencia
Uno de los aspectos que cita la especialista es la afectación de la fertilidad o dificultad para concebir, presentándose en un 10 a 15% de los casos, viéndose aumentada la tasa de abortos por la distorsión que causan los miomas sobre la cavidad uterina. Otro aspecto es la limitación de la vida laboral y cotidiana de la mujer.
Diagnóstico
El diagnóstico se establece con relación a los hallazgos, tomando en cuenta el tamaño del útero, la movilidad, irregularidad en el examen ginecológico y por sonografías.
El valorar lo anterior, aunado a la historia clínica de la paciente, que refiere dolor a la palpación y sangrado abundante.
Si la paciente refiere menstruaciones abundantes hay que valorar y realizar la hemoglobina sérica, lo cual nos permitirá identificar anemia por la deficiencia de esta.
Además, se cuenta con herramientas que permiten confirmar el diagnóstico para así realizar el tratamiento adecuado según sea el caso, como son la sonografía o ultrasonido abdominal o pélvico, histerosonografía, histeroscopia que a la vez ayuda, además de hacer el diagnóstico, diferenciar se está frente a un mioma submucoso o un pólipo endometrial y también realizar la extirpación del mioma.
Tratamiento
Cada caso es individualizado y dependerá de muchos factores, incluyendo la paridad de la paciente, si ya tuvo o desea tener hijos.
Destaca que el tratamiento puede ser desde farmacológico hasta quirúrgico, realizando una histerectomía o miomectomía, ya sea por laparoscopia o laparotomía, también se puede incluir la embolización de los miomas, la cual es una técnica no invasiva, pero esta no aplica para todos los casos.
Sin embargo, aproximadamente el 25 % de los casos son clínicamente significativos y requieren intervención, según el Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología, en una revisión realizada en 2021, explica Olivares.
Recomendación
Se debe acudir a un médico ginecólogo especialista en el tema, que aplique un diagnóstico y tratamiento individualizado para la necesidad de cada paciente y ofrezca la técnica quirúrgica adecuada a cada caso.
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