Vista aérea de la situación en la Línea Noroeste por la sequía. Foto tomada a través de un dron por Elieser Tapia/El Día.
SANTO DOMINGO.-El geólogo Osiris de León, asesor científico del Poder Ejecutivo, propuso que para afrontar las futuras inundaciones generadas por el fenómeno climático de La Niña, y luego disponer de suficiente agua para suplir a los acueductos y a los sistemas de riego durante los períodos de sequías asociadas al fenómeno climático de El Niño, el país deberá construir más represas.
Al disertar en la primera Conferencia Nacional del Agua, De León explicó que tales represas deberán ser capaces de triplicar la capacidad de almacenamiento actual de agua para poder suplir la creciente demanda de la población urbana, la agroindustria creciente, y el turismo.
El especialista advirtió que los ríos de nuestra región no estarán aportando más agua de la que aportan hoy.
«Debemos estar conscientes de que el cambio climático es una dura realidad que amenaza a nuestra sociedad, y basta revisar las temperaturas medias globales para darnos cuenta de que actualmente estemos viviendo la década más calurosa que ha tenido nuestro planeta desde el año 1880», señaló.
Asimismo, indicó que mayores volúmenes de lluvias estarán asociados a períodos pico durante tormentas y huracanes, siendo necesario estar preparados para almacenar en los embalses de las represas esos grandes volúmenes de agua que han de caer en períodos cortos de 3 a 7 días.
Osiris de León apuntó que la presente sequía ha impactado mayormente a la región suroeste y a la Línea Noroeste, pero desde febrero de 2019 se ha acentuado y se ha extendido hacia la porción central de la cordillera Central, hacia el valle del Cibao, hacia la costa norte y hacia la región nordeste, tal y como había sido anticipado.
Precisó que debido a la extensión de la sequía actualmente ha reducido el caudal de entrada de agua a la presa de Monción, a la presa de Rincón, a la presa de Hatillo, y a la presa de Sabaneta, las que a veces reciben tan sólo un metro cúbico por segundo, caudal de agua que es insignificante para los requerimientos diarios de acueductos y canales de riego, al mismo tiempo que ha reducido a su mínima expresión los caudales de los ríos afluentes al río Haina.
«Las obras de captación ubicadas en el río Haina han reducido en 51 millones de galones diarios el suministro de agua potable para el Gran Santo Domingo, lo que implica que se impone continuar el manejo prudente e inteligente del agua almacenada en nuestras represas y del agua que llega a nuestros hogares», sostuvo.
Limitar el consumo
Osiris de León dijo que si dividimos los 420 millones de galones de agua que diariamente entran al Gran Santo Domingo, entre los 3.5 millones de habitantes del Gran Santo Domingo, tendríamos que en promedio cada ciudadano debía recibir teóricamente 120 galones de agua diariamente, equivalentes a 454 litros de agua cada día, cuando 150 litros diarios de agua serían suficientes para cada ciudadano, aunque aclaró que esos 454 litros diarios de agua incluyen el 60% de pérdidas por tuberías rotas, por fugas, y por desperdicios en hogares, en lavaderos de autos y en industrias, lo que implica que de esos 454 litros diarios por ciudadano, aprovechamos 182 litros y desperdiciamos 272 litros.
Propuso que para que en el futuro todos podamos estar tranquilos, aún en medio de las peores sequías, debemos construir más represas, y comenzar a discutir la posibilidad de asignar a cada ciudadano 150 litros de agua por día, libre de costo, o con factura mínima, controlados con un medidor telemétrico, a los fines de que todo consumo de agua en exceso de los 150 litros por día sea cobrado a 100 pesos por cada metro cúbico, lo cual desincentivaría el desperdicio del agua, pues si la gente sabe que dispone de un volumen de agua gratis, o casi gratis, que es suficiente para sus requerimientos básicos diarios, evitaría el desperdicio para evitar tener que pagar una alta factura por el servicio de agua potable.