Ante la ley

Ante la ley

Ante la ley

Definitivamente, las leyes para la regulación de la campaña política son una pérdida de tiempo. No importa qué tanto se discuta ni quienes participen de las conversaciones, si las hay.

Al final de cuentas cada cual hace lo que piensa que le conviene, al margen de las reglas llamadas a regir sobre los tiempos, las candidaturas y las demostraciones de los partidos, las agrupaciones y las organizaciones políticas. Poco a poco las acciones se van volviendo frenéticas a pesar de las advertencias y los emplazamientos de las autoridades electorales.

Ellos las hacen
Desde luego, las leyes son aprobadas en el Congreso Nacional y cualquiera puede suponer que allí es donde se les hace espacio a los “macos” que las llevan a caerse en los tribunales cuando son impugnadas bajo el alegato de inconstitucionalidad u otro defecto por el estilo.

Demostraciones
El fin de semana estuvo lleno con demostraciones masivas de los partidos y líderes y la propaganda sigue en las calles y avenidas a pesar de la Junta Central Electoral, que ha puesto fecha en una resolución para que sea retirada. En realidad, se trata de las espuelas y del origen de la autoridad.

La ley, para que sea de temer, debe de tener unas consecuencias lesivas para el violador, a menos que en este se encuentre el origen de la autoridad.



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