Ansiedad

Ansiedad

Ansiedad

Ana Blanco

Este año he tenido que lidiar con la ansiedad en primera persona. En mi caso hay un componente físico (hormonal) pero también trajo a la luz una parte emocional que estaba ahí por mucho tiempo, silente pero intensa.

Hablo de esto porque creo que es importante compartirlo para quien esté pasando por lo mismo y pueda, de alguna manera, ayudar con mi experiencia. Lo primero, reconocer que tienes ansiedad.

No pasa nada por hacerlo, es mucho más común de lo que creemos. Segundo, buscar y aceptar ayuda, no se puede manejar solo porque es algo que te controla a ti en todos los sentidos, necesitas quien te guíe. Y tercero, para mí lo más importante, un día a la vez. Pequeñas batallas se convierten en grandes triunfos y cuando te das cuenta has ganado la batalla final.

Vivir con ansiedad es agotador. Para ti y para quienes te rodean. No hacerle caso pensando que es algo pasajero se convierte en parte del problema.

Y les aseguro que no desaparece sola. No les voy a decir que es un camino fácil, no lo es. Tampoco diré que no hay recaidas, porque las hay.

Pero sí les aseguro que se puede salir, que se puede manejar, que lo haces solucionando el origen de todo y llega el día que te das cuenta de que has salido reforzada, más fuerte, apreciando todavía más todo lo bueno que tienes y con la filosofía de vivir el presente, de apreciar cada momento y cada persona como un regalo; te quejas menos, agradeces más y ves cada amanecer como una maravillosa oportunidad de ser feliz.

Si están pasando por algo así, no se sientan mal por decirlo, por buscar quien les pueda ayudar, no permitan que les controle su mundo. Se puede vivir sin ansiedad.