Años de maltratos concluyeron con tres muertes y una herida

Años de maltratos concluyeron con tres muertes y una herida

Años de maltratos concluyeron con tres muertes y una herida

Santo Domingo.-Felicia Pérez, la mujer asesinada la madrugada de ayer  por su esposo, tenía una orden de alejamiento, la que solo se quedó en el papel,  y  no impidió que su verdugo la matara a tiros junto a su hijo menor,  hiriera a una hija sordomuda, y posteriormente se quitara la vida.

Los problemas familiares comenzaron hace años  por el temperamento de Bangelio Guzmán Fernández, de 62 años, quien fue definido por sus  familiares como un hombre violento, agresivo y que no escuchaba consejos de nadie.

Sin embargo,  el conflicto por los frecuentes maltratos a los que era sometida Felicia Pérez, de 57 años de edad, se agravaron cuando éste embarazó a su hija Elsa Pérez, de 34,  quien es sordomuda.

Producto de esa falta, el hombre, quien viaja a Estados Unidos, fue echado de la casa y  cuando venía al país se alojaba donde su hijo Henry Guzmán.

“Él estaba separado  por causa de las malas actuaciones de él,  porque hizo una travesura con la hija, pero eso yo  lo venía venir”, dijo Tomás Guzmán, hermano del agresor, quien en todo momento defendió a su asesinada cuñada, a la que definió como una buena mujer. 

Se le metió el diablo

“Se le metió el diablo al papá mio”, esas fueron las palabras de Henry Guzmán, hijo de la pareja, quien  no sale de su asombro por el fatal hecho, ocurrido en el barrio Paraíso de Herrera, en la calle General Cabral número 31.

  Dijo que su padre antes era bueno, pero después cambió. El hombre llegó  de Estados Unidos el pasado sábado, y cuando regresó no se le permitió quedarse en la casa.

La noche previo al  hecho irrumpió en la casa armado y  se encerró en una de las habitaciones,  aunque tenía orden de alejamiento de su esposa y su hijastra, una patrulla policial no pudo sacarlo de donde estaba atrincherado con un   arma en mano, alegadamente por no tener la orden de un juez. Luego los familiares lograron quitarle el arma y se lo llevaron  del lugar.

  Ese incidente provocó que su hijo Welligton  Guzmán, de 30 años durmiera en el lugar  para cuidar a su madre, y allí encontró la muerte.

En horas de la madrugada su padre rompió una ventana, entró a la casa, buscó el arma que le habían quitado  y mató a su hijo. Mientras dormía, le puso un almohada en la cara y le disparó, acto seguido salió en busca de Felicia, a quien acribilló a tiros, y persiguió a Elsa  (tenía 37 semanas de embarazo), quien   intentó huir y fue alcanzada por un disparo. 

Luego de  cometer los crímenes decidió quitarse la vida.

Vivía en nerviosismo

Miranda Pérez, hermano de la malograda mujer, reveló que ella  vivía en un estado de nerviosismo, ya que el hombre con el que había compartido más de tres décadas la maltrataba física y verbalmente.

 Dijo que en algunas ocasiones  en que  visitaba a su hermana tuvo que irse por los maltratos verbales.

La situación llegó al punto de que en varias ocasiones tuvo que  llevar a  Felicia a vivir con otras de sus hermanas, sin embargo, ella siempre regresaba al lado de su verdugo.

“El la convencía   y ella regresaba por miedo, el la tenía aterrorizada”, explicó Pérez

Varios hijos

Con Felicia Pérez, Bangelio Guzmán procreó 4 hijos, una hembra y tres varones, y   en el mismo vecindario, tuvo tres más, mientras que los familiares no saben “cuantos  saldrán tras su muerte”.

El horrible hecho  ha consternado los barrios Paraíso y  Libertador de Herrera, donde las expresiones de dolor eran notorias, los vecinos aunque sorprendidos,  sabían  que el caso era la crónica de una muerte anunciada.  

 Joven herida y su hija están estables

Se recupera de manera satisfactoria en el hospital Marcelino Vélez Santana, la joven Elsa Pérez, herida de bala por su padrastro en un hecho en el que asesinó a su madre y su hermano.

Fruto de la herida a la joven le practicaron una cesárea y salvaron la vida del bebé. 

El director médico del centro,  Juan Álvarez, explicó que la niña nació en buen estado de salud, con  un peso 2.7 kilos.

Dijo que la joven, a quien le extirparon el riñon derecho y el vaso,  recibirá atenciones psicológicas en la Unidad de Salud Mental del centro.



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