LONDRES.-La actriz estadounidense Angelina Jolie, cuya primera película detrás de la cámara es una historia de amor y de violencia durante el conflicto de Bosnia, participó este martes en el lanzamiento de una campaña británica contra los abusos sexuales en zonas de guerra.
La campaña del ministerio de Relaciones Exteriores forma parte de las iniciativas de la próxima presidencia británica del G8.
Los británicos quieren constituir un equipo de médicos, abogados, policías, psicólogos y expertos susceptibles de ser enviados a los lugares de conflicto para recoger testimonios de víctimas de la violencia, respaldar a misiones de Naciones Unidas y formar a las autoridades de los países concernidos.
Durante el acto, presidido por el ministro de Relaciones Exteriores William Hague, se proyectó la película de Jolie «En tierra de sangre y miel», estrenada en febrero pasado en el Festival de Berlín.
La cinta narra la historia de una musulmana violada y esclavizada en un campo en Sarajevo y de su amante serbio, que se convierte en uno de sus captores, durante la guerra de Bosnia (1992-1995).
«La violación y otras formas de violencia sexual han sido utilizadas como armas contra las mujeres en conflictos en todo el mundo», dijo Hague.
«No tendremos éxito en construir una paz duradera en zonas de conflicto salvo si damos al tema de la violencia sexual la posición central que merece, junto al otorgamiento de poderes políticos y económicos a las mujeres y a su papel vital en la construcción de la paz», agregó.
Según el Foreign Office británico, hasta 50.000 mujeres fueron violadas durante la guerra de Bosnia, y otras entre 50.000 y 64.000 en Sierra Leona durante la guerra civil (1991-2002).
«Y hay informaciones escalofriantes de violaciones en Siria hoy en día junto a los asesinatos, las torturas y la represión de miles de civiles inocentes», afirmó Hague.
El Reino Unido busca alentar a las víctimas a testificar para que más autores de estos crímenes puedan ser condenados durante su presidencia del G8 en 2013.
Angelina Jolie, que es embajadora de buena voluntad del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha estado en varias ocasiones en zonas del conflicto, en Irak, en Darfur y en Libia durante la revuelta de 2011.