Con 103 años, Glenys y Florence hacía tiempo que se habían convertido en las gemelas más ancianas del mundo. La primera murió en el mes de abril y su hermana ha muerto ahora, con menos de un mes de diferencia.
Tras pasar más de un siglo juntas, Glenys y Florence eran mucho más que hermanas. Se entendían a la perfección, la una era la mejor amiga de la otra, y habían pasado toda su vida juntas.