Amplio recorrido bibliográfico por la masonería dominicana

Amplio recorrido bibliográfico por la masonería dominicana

Amplio recorrido bibliográfico por la masonería dominicana

Fotografía de la calle Hostos, en la cual se observa la Iglesia La Altagracia, frente a la que se encontraba una de las primeras logias. Archivo

El Archivo General de la Nación y el Supremo Consejo del Grado 33 han publicado una nueva edición de la obra Reseña histórica y evolución del Supremo Consejo del Grado 33 y último del Rito Escocés Antiguo y Aceptado para la República Dominicana 1861-2021, autoría del filántropo e intelectual, Dr. Haim Horacio López-Penha de Marchena.

La primera edición escrita en el año 1952, ahora actualizada por Rafael Santana Viñas, teniente Gran Comendador del Supremo Consejo del Grado 33, con informaciones sobre el quehacer institucional del Supremo Consejo del Grado 33 en el ámbito nacional e internacional hasta el año 2021.

El texto aporta datos sobre los comienzos de la masonería en nuestro territorio, al respecto indica que, a partir de 1795, cuando Santo Domingo fue entregado por España a Francia, surgieron las condiciones que facilitaron la instalación de los primeros talleres, los cuales no se consolidaron porque afrontaron dificultades a causa de las tradiciones arraigadas en la mayoría de la población luego de tres siglos bajo gobierno de la monarquía hispánica.

Impedimentos que se mantuvieron hasta 1803, cuando el general francés Louis Ferrand, gobernador y capitán general de la parte este de la isla, contribuyó a que los masones edificaran sus talleres.

Identifica como primeras logias a La Fraternité, fundada por Ferrand, ubicada en la calle Las Mercedes, frente a la actual iglesia de la Altagracia, y otra de nombre desconocido, situada en la antigua calle de los Mártires, casa número 16 (actualmente calle Duarte en la ciudad Colonial).

Los acontecimientos políticos acaecidos entre 1808 y 1809, junto al suicidio del general Ferrand, impactaron los trabajos en los talleres y produjeron la dispersión de los obreros, que eran perseguidos por las nuevas autoridades. No obstante, hallaron espacio provisional en el convento de los frailes dominicos y en algunas cuevas, que López-Penha delicadamente denomina “talleres subterraneos”.

En una de esas grutas se iniciaron Tomás Bobadilla, quien luego fundó la Gran Logia Nacional en 1858, y José Couto, fundador de los talleres de El Seibo.

Describe que el fundador de la logia Filantropía, fue el brigadier don Pascual Real, gobernador de la parte este de La Española, no obstante, explica que algunos historiadores contradicen esa información. En la lista de personalidades integrantes de la Filantropía se hallaban don Pascual Real, José María Caminero, Tomás Bobadilla, Antonio María Pineda, José Joaquín Delmonte, entre otros.

Además de la obra del Dr. López-Penha, la bibliografía dominicana cuenta con otras importantes publicaciones fundamentales para conocer a los pioneros, autoridades, acciones y espacios vinculados a las primeras logias y otras que surgieron posteriormente.

Entre los autores se destaca como precursor Carlos M. Nouel, con el texto Reseña histórica de la masonería en Santo Domingo, publicado en 1873. Otra breve historia de la masonería, que vio la luz en 1948, fue la de Juan Francisco Sánchez, titulada Historia sintética de la masonería dominicana.

Uno de los trabajos más amplios corresponde a monseñor Hugo E. Polanco Brito, quien publicó en 1985 La masonería en la República Dominicana. También se cuenta con la «Bibliografía masónica dominicana» de Luis Florén Lozano, del año 1952, así como la Constitución masónica, los Estatutos generales para el orden simbólico de la República Dominicana y otros boletines, reglamentos y documentos internos de la masonería en el país.

Historiadores de otras nacionalidades también han estudiado la presencia masónica en República Dominicana.

Se puede citar a María Magdalena Guerrero-Cano, quien dedica un capítulo a la francmasonería en su libro Disciplina y laxitud: la Iglesia dominicana en la época de la anexión (Cádiz, 1989).

Igualmente, José Antonio Ferrer Benimeli, autor del texto “La logia dominicana Aurora Nº 82 de San Pedro de Macorís (1889-1923)”. Francisco Javier Alonso Vázquez publicó el trabajo titulado “La pugna entre la Iglesia Católica y la masonería en el ocaso de la dictadura de Trujillo”.

Esta nueva edición de la obra incluye facsímiles de documentos originales relacionados con momentos relevantes del Supremo Consejo del Grado 33 y con personalidades que han ocupado posiciones destacadas en la masonería dominicana, muchas de las cuales han participado de manera decisiva en defensa de la soberanía de nuestro pueblo. Por ello, uno de sus capítulos se titula “Semblanzas masónicas de próceres dominicanos”, donde los lectores conocerán la trayectoria masónica de Tomás Bobadilla, Juan Pablo Duarte, Pedro Santana y Gregorio Luperón.

La obra refiere además a ilustres personalidades que participaron en la masonería dominicana, como Andrés Cassard, Antonio Delfín Madrigal, Noel Henríquez, Jacinto de Castro, Miguel Lavastida, David León, Gabriel José de Luna, Manuel J. Delmonte, y otros destacados ciudadanos.

Los caminos

— Precursores
Tomás Bobadilla fue iniciado en el complicado período originado en el final de la denominada Era de Francia. En el año 1858 fundó la Gran Logia Nacional. En este período fueron fundados los talleres de El Seibo.

Una edición conjunta
Aportes. Con este libro, el Archivo General de la Nación y el Supremo Consejo del Grado 33 contribuyen al conocimiento de los aportes de la masonería a favor de la nación dominicana, con resultados en la formación y difusión de valores propios de esa institución, basados en los principios de ética, tolerancia, crecimiento personal, filantropía y libertad, pues, como se afirma en el capítulo dedicado a la acción patriótica que realiza esa institución: no hay un solo hecho heroico e histórico, en relación con la Independencia y la Restauración de nuestra Patria, en el cual no figuren como autores principales los masones.

*Por JOSÉ M. VÍLCHEZ
(SUBDIRECTOR DEL AGN)